En julio el saldo fue de 672 millones de dólares; las compras de combustibles no paran de crecer
Por Oliver Galak
El déficit energético volvió a impactar en julio sobre el superávit comercial, uno de los pilares del modelo económico desde 2002. La duplicación del gasto en importaciones de combustibles y lubricantes respecto del año pasado fue uno de los principales factores que erosionó el saldo de la balanza total, que cayó 22% a US$ 672 millones en la comparación interanual.
Las compras externas de energía, que hace cinco años significaban sólo el 5% de las importaciones argentinas, representan en lo que va del año el 14% de la canasta de bienes que el país debe adquirir al exterior. De hecho, en julio fueron el 20% de todas las importaciones y llegaron al segundo puesto (en 2006, estaban sextas y últimas), en la clasificación de las compras externas por uso. Esta cuenta fue engrosada, principalmente, por la importación de gas natural licuado (necesario para las operaciones de regasificación en Bahía Blanca y en Escobar), gasoil, fueloil (ambos para alimentar las usinas a las que no les llegó el gas) y energía eléctrica.
En paralelo, los productos vinculados con el sector energético en los que la Argentina tiene excedente (como petróleo crudo y carburantes) influyen cada vez menos en el total de exportaciones argentinas. Del 17% que representaban en 2006, cayeron hasta el 8% de participación en lo que va del año.
Según el informe de intercambio comercial argentino (ICA), difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en julio la Argentina realizó exportaciones por US$ 7317 millones, con un crecimiento interanual del 22 por ciento. Las importaciones crecieron 30% -una leve desaceleración de los meses previos, en los que subían al 38%- y totalizaron US$ 6645 millones.
Lo que permitió sostener el incremento de las exportaciones fue el aumento de 21% en los precios de la canasta de productos que vende la Argentina, ya que en cantidades hubo una módica expansión del uno por ciento. La soja y sus derivados (porotos, harina, pellets, aceites), autos, camiones, productos químicos, cereales, mineral de cobre y oro fueron algunos de los productos que se destacaron en la columna de las exportaciones.
Los precios de los productos importados, en cambio, crecieron 17%, y las cantidades, 11 por ciento. En el caso de los combustibles y lubricantes, el salto fue del 42% en cantidades y otro tanto en el precio. Además de los productos energéticos, se destacaron las importaciones de minerales de hierro, partes y accesorios para el complejo automotor y circuitos impresos con componentes eléctricos destinados a las plantas de ensamblaje de teléfonos y otros artículos electrónicos.
Mauricio Claverí, analista de la consultora Abeceb.com, estimó: "Este año vamos a estar bordeando los 3000 millones de déficit energético". En 2010, la balanza de este subsector todavía fue positiva en casi 2000 millones de dólares. De confirmarse esa cifra, representaría una importante carga para el superávit total de la balanza comercial, que este año cerraría entre los 8000 y los 9000 millones de dólares. "Por cómo viene hasta ahora, el superávit global podría llegar a los 9000 millones, pero como se terminó la época de las exportaciones fuertes, con la cosecha gruesa de la soja, ya pasaron los mejores meses y, probablemente, estemos cerrando en 8500 millones de superávit", completó Claverí.
Intercambio desigual
Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó que "durante los primeros siete meses del año, por cada dólar exportado de combustible, se importó US$ 1,68, mientras que en el período enero-julio de 2010 por cada dólar estadounidense exportado de energía y combustibles, se importaron 74 centavos".
Por su parte, la consultora Economía y Regiones advirtió que, a pesar de la suba del precio de los granos (44% medidos en pesos) y el sostenimiento del nivel de producción, la recaudación por retenciones creció sólo 7,75 interanual. "La contracara de esta reducida performance de recaudación es un incremento en la acumulación de los stocks por motivos de resguardo de valor", sostiene el informe. Por segundo mes consecutivo, las manufacturas de origen industrial volvieron a superar a las de origen agropecuario en la canasta total de exportaciones, aunque en lo que va del año las primeras concentran el 33% de las ventas externas contra el 34% de las MOA. "La Argentina es el único país del Mercosur que no primarizó sus exportaciones", sostuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi, al comentar este dato. Debe consignarse que en la cuenta de exportaciones de origen industrial el Indec incluye tanto el biodiésel como el oro y otros metales preciosos, que en lo que va del año han aportado en conjunto 2400 millones de dólares a la balanza comercial.
Por Oliver Galak
El déficit energético volvió a impactar en julio sobre el superávit comercial, uno de los pilares del modelo económico desde 2002. La duplicación del gasto en importaciones de combustibles y lubricantes respecto del año pasado fue uno de los principales factores que erosionó el saldo de la balanza total, que cayó 22% a US$ 672 millones en la comparación interanual.
Las compras externas de energía, que hace cinco años significaban sólo el 5% de las importaciones argentinas, representan en lo que va del año el 14% de la canasta de bienes que el país debe adquirir al exterior. De hecho, en julio fueron el 20% de todas las importaciones y llegaron al segundo puesto (en 2006, estaban sextas y últimas), en la clasificación de las compras externas por uso. Esta cuenta fue engrosada, principalmente, por la importación de gas natural licuado (necesario para las operaciones de regasificación en Bahía Blanca y en Escobar), gasoil, fueloil (ambos para alimentar las usinas a las que no les llegó el gas) y energía eléctrica.
En paralelo, los productos vinculados con el sector energético en los que la Argentina tiene excedente (como petróleo crudo y carburantes) influyen cada vez menos en el total de exportaciones argentinas. Del 17% que representaban en 2006, cayeron hasta el 8% de participación en lo que va del año.
Según el informe de intercambio comercial argentino (ICA), difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en julio la Argentina realizó exportaciones por US$ 7317 millones, con un crecimiento interanual del 22 por ciento. Las importaciones crecieron 30% -una leve desaceleración de los meses previos, en los que subían al 38%- y totalizaron US$ 6645 millones.
Lo que permitió sostener el incremento de las exportaciones fue el aumento de 21% en los precios de la canasta de productos que vende la Argentina, ya que en cantidades hubo una módica expansión del uno por ciento. La soja y sus derivados (porotos, harina, pellets, aceites), autos, camiones, productos químicos, cereales, mineral de cobre y oro fueron algunos de los productos que se destacaron en la columna de las exportaciones.
Los precios de los productos importados, en cambio, crecieron 17%, y las cantidades, 11 por ciento. En el caso de los combustibles y lubricantes, el salto fue del 42% en cantidades y otro tanto en el precio. Además de los productos energéticos, se destacaron las importaciones de minerales de hierro, partes y accesorios para el complejo automotor y circuitos impresos con componentes eléctricos destinados a las plantas de ensamblaje de teléfonos y otros artículos electrónicos.
Mauricio Claverí, analista de la consultora Abeceb.com, estimó: "Este año vamos a estar bordeando los 3000 millones de déficit energético". En 2010, la balanza de este subsector todavía fue positiva en casi 2000 millones de dólares. De confirmarse esa cifra, representaría una importante carga para el superávit total de la balanza comercial, que este año cerraría entre los 8000 y los 9000 millones de dólares. "Por cómo viene hasta ahora, el superávit global podría llegar a los 9000 millones, pero como se terminó la época de las exportaciones fuertes, con la cosecha gruesa de la soja, ya pasaron los mejores meses y, probablemente, estemos cerrando en 8500 millones de superávit", completó Claverí.
Intercambio desigual
Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó que "durante los primeros siete meses del año, por cada dólar exportado de combustible, se importó US$ 1,68, mientras que en el período enero-julio de 2010 por cada dólar estadounidense exportado de energía y combustibles, se importaron 74 centavos".
Por su parte, la consultora Economía y Regiones advirtió que, a pesar de la suba del precio de los granos (44% medidos en pesos) y el sostenimiento del nivel de producción, la recaudación por retenciones creció sólo 7,75 interanual. "La contracara de esta reducida performance de recaudación es un incremento en la acumulación de los stocks por motivos de resguardo de valor", sostiene el informe. Por segundo mes consecutivo, las manufacturas de origen industrial volvieron a superar a las de origen agropecuario en la canasta total de exportaciones, aunque en lo que va del año las primeras concentran el 33% de las ventas externas contra el 34% de las MOA. "La Argentina es el único país del Mercosur que no primarizó sus exportaciones", sostuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi, al comentar este dato. Debe consignarse que en la cuenta de exportaciones de origen industrial el Indec incluye tanto el biodiésel como el oro y otros metales preciosos, que en lo que va del año han aportado en conjunto 2400 millones de dólares a la balanza comercial.