Una amenaza ambiental inminente es muy probable que encuentre a nuestras comunidades siempre alertas y en fase de preparación. En caso de que una represa pueda inundar el valle en el que vivimos, o una explotación minera ponga en riesgo la seguridad de las aguas, con un poco de impulso ya pasaríamos a la acción. Estas posibilidades constituyen en sí mismas amenazas cercanas, tangibles y muy concretas, y por lo tanto estamos en condiciones de coordinar rápidos movimientos para preservar nuestro hábitat.
En cambio los problemas convergentes del Cenit del Petróleo y el Cambio Climático, nos parecen todavía una cuestión más bien teórica, y no podemos sentirlos tan de cerca. Frente a ellos, la gran mayoría de nosotros nos encontramos aún en la fase de negación, o en el mejor de los casos, en la de conciencia. El principal problema no es entonces el progresivo declive de la energía fósil ni el colapso de la economía global, sino la dificultad que tiene la sociedad para aceptarlos como amenazas concretas, comprendiendo cabalmente lo que significa.
Y esto sucede porque observamos la realidad como síntomas aislados. Todos estamos a favor del cuidado del medio ambiente, nos indignan las cada vez más frecuentes agresiones a la naturaleza en la desenfrenada carrera del consumo, pero todo queda allí, pues vemos que la vida sigue más o menos como siempre. Cuando alguien nos habla del Pico del Petróleo no se nos dispara la secreción de adrenalina. La adrenalina se nos dispara en cambio si alguien nos da un puñetazo en la cara...
“La negación es la condición por defecto... Todos vivimos en una continua negación. Y resulta muy difícil sacar la cabeza para ver por encima de eso. Deja la negación a un lado, inhala una buena bocanada de aire fresco, y así podrás entender lo que realmente está sucediendo” [Richard Heinberg]
"Los nuevos paradigmas pasan siempre por tres fases: Al principio se los ridiculiza. Luego se los rechaza con violencia. Al final se aceptan como algo evidente" [Chris Martenson]
Fuente: Red de la transición - Comarca Andina
En cambio los problemas convergentes del Cenit del Petróleo y el Cambio Climático, nos parecen todavía una cuestión más bien teórica, y no podemos sentirlos tan de cerca. Frente a ellos, la gran mayoría de nosotros nos encontramos aún en la fase de negación, o en el mejor de los casos, en la de conciencia. El principal problema no es entonces el progresivo declive de la energía fósil ni el colapso de la economía global, sino la dificultad que tiene la sociedad para aceptarlos como amenazas concretas, comprendiendo cabalmente lo que significa.
Y esto sucede porque observamos la realidad como síntomas aislados. Todos estamos a favor del cuidado del medio ambiente, nos indignan las cada vez más frecuentes agresiones a la naturaleza en la desenfrenada carrera del consumo, pero todo queda allí, pues vemos que la vida sigue más o menos como siempre. Cuando alguien nos habla del Pico del Petróleo no se nos dispara la secreción de adrenalina. La adrenalina se nos dispara en cambio si alguien nos da un puñetazo en la cara...
“La negación es la condición por defecto... Todos vivimos en una continua negación. Y resulta muy difícil sacar la cabeza para ver por encima de eso. Deja la negación a un lado, inhala una buena bocanada de aire fresco, y así podrás entender lo que realmente está sucediendo” [Richard Heinberg]
"Los nuevos paradigmas pasan siempre por tres fases: Al principio se los ridiculiza. Luego se los rechaza con violencia. Al final se aceptan como algo evidente" [Chris Martenson]
Fuente: Red de la transición - Comarca Andina