domingo, 18 de septiembre de 2011

El déficit energético obligará a subir muy fuerte el gasto

La letra chica y los números internos del proyecto de Presupuesto 2012 que el Gobierno remitió al Congreso han vuelto a poner al descubierto las profundas grietas y urgencias que enfrenta el sector energético tras ocho años de administración kirchnerista.

Los datos clave del Presupuesto enviado por el ministro de Economía, Amado Boudou revelan tres situaciones críticas que jaquean al área de energía.

En primer lugar, la falta de inversiones privadas que ha obligado al Estado a hacerse cargo de las principales obras destinadas a incrementar la oferta de energía eléctrica. Para suplir la ausencia de inversores privados , el Presupuesto 2012 prevé nuevos pedidos de autorización para tomar deudas, conceder avales y ampliar los gastos orientados a la ejecución de obras energéticas .

Entre otros emprendimientos a financiar por el Estado figuran nuevas partidas y avales para poner en marcha los proyectos hidroeléctricos de Chihuidos, Los Blancos y Condór Cliff- La Barrancosa. También se prevé un fuerte aumento en los recursos de Enarsa para la terminación de las usinas de Ensenada y Brigadier López y la instalación de nuevas centrales móviles y de baja capacidad de generación en el interior del país.

En segundo lugar, lo que deja en evidencia el Presupuesto es la caída cada vez más marcada de la producción de gas local y las crecientes importaciones de combustibles líquidos alternativos para abastecer a las centrales térmicas, las industrias y el consumo vehicular.

En el caso del gasoil, el Gobierno está solicitando una exención impositiva para poder importar el doble de lo que compró este año de ese combustible sin gravámenes. En total, se prevé importar hasta 7,2 millones de metros cúbicos de gasoil.

El tercer aspecto negativo de la política energética de los últimos años que se ve reflejado en el Presupuesto es la pérdida del autoabastecimiento en el mercado de las naftas por la falta de inversiones en nuevas refinerías y el incremento del consumo interno.

Por primera vez en las últimas dos décadas, el Gobierno pidió exenciones fiscales para importar hasta 800.000 metros cúbicos de naftas con el fin de morigerar los picos de consumo de las vacaciones y los fines de semana largo que dejan a la mayor parte de las estaciones de servicios con las mangueras cruzadas por la falta de combustibles.

Para los técnicos privados, este año el país va camino a tener un déficit comercial energético del orden de los US$ 3.000 millones.Las proyecciones de las empresas y los especialistas para 2012 indican que el “rojo” entre lo exporta e importa el sector llegará a US$ 5.000 millones.
 
 
 
 

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