Según números oficiales, entre 2010 y 2011 los recursos cayeron 7%; también bajó en petróleo.
El gas es uno de los recursos estratégicos de la
Argentina. Cubre más del 50% de las necesidades totales de energía del
país: está presente en la generación de electricidad, se utiliza en
hogares y en los 1,8 millones de vehículos que circulan a base de ese
combustible, una cifra récord a nivel mundial. Pero tiene otra
característica: es cada vez más escaso.
Así lo atestiguan los últimos números elaborados por la
Secretaría de Energía, al mando de Daniel Cameron, que cuenta con mayor
credibilidad que otros organismos que llevan estadísticas oficiales,
como el Indec. De acuerdo con las cifras dadas a conocer por el
organismo este mes, la Argentina tiene hoy la mitad del gas con el que
contaba hace una década. La tendencia se volvió a repetir el año pasado,
con una caída del 7% respecto de 2010. Es decir, cada vez queda menos
del combustible más utilizado en el país.
La suerte del petróleo tampoco fue buena, si bien en
comparación resultó mejor. Las reservas -así se denomina a los recursos
de hidrocarburos en condiciones de ser extraídos- cayeron 2% entre 2010 y
2011, y acumulan una caída del 12% desde 2002.
Estas son las principales conclusiones a las que llega
un informe elaborado por Luciano Caratori, del Instituto Argentino de la
Energía General Mosconi, que conduce Jorge Lapeña, ex secretario de
Energía durante la presidencia de Raúl Alfonsín, sobre la base de datos
oficiales.
De acuerdo con el trabajo, las reservas comprobadas de
gas natural eran, al 31 de diciembre pasado -último número disponible-,
de 332.510 millones de metros cúbicos (m3), "lo que equivale al 50% de
las reservas comprobadas diez años antes".
Caída de la producción
Por otra parte, las reservas comprobadas de petróleo al
último día de 2011 equivalían a 11,8 años al ritmo de producción
actual, seis meses más que a fines de 2010. El trabajo destaca que ese
incremento en el horizonte de reservas "responde a una sostenida caída
de la producción (6% entre 2010 y 2011), que se da a un ritmo mayor" que
la baja en la pérdida de recursos.
Para Lapeña, el gigantesco traspié hidrocarburífero se
debe a que "la Argentina abandonó hace muchísimos años la mentalidad y
el criterio estratégico para manejar el sector energético. En los 90
hubo una preponderancia del mercado como decisor absoluto y no priorizó
inversiones agresivas para desarrollar reservas". Lapeña agregó que "en
la década kirchnerista, en tanto, llegamos a un desastre administrativo,
legal e institucional que terminó paralizando toda la inversión
exploratoria. Se invirtió menos de la mitad de lo que se desembolsaba en
los 80".
Enrique Devoto, que condujo la cartera de Energía
durante el gobierno de Eduardo Duhalde, le pone un mayor acento a la
política de precios casi congelados. "Llegamos a esta situación por la
falta de señales económicas a través de los precios, sobre todo en gas.
Cuando acá vale 2 dólares (el millón de BTU), a Bolivia se le paga más
(US$ 11)", sostuvo.
Juan Rosbaco, especialista del Instituto Tecnológico de
Buenos Aires (ITBA), apuntó otros motivos. "Tenemos cinco cuencas
maduras. Eso hace cada vez más difícil encontrar gas. Si además no se lo
busca, el problema se agrava."
Según Rosbaco, eso ocurrió, entre otras cosas, porque
"la Argentina dejó de tener compañías nacionales, no sólo YPF. Para las
internacionales, una inversión aquí compite con otras en países
geológicamente más atractivos, como los de Medio Oriente, México y
Brasil".
Empresas comprometidas
La pérdida de reservas también caló hondo en los
números de las compañías del sector. Una de las que más perdieron fue
YPF, que durante su gestión privada sacrificó entre 2002 y el año pasado
un 77% de sus recursos bajo el suelo.
La presidenta Cristina Kirchner utilizó ese argumento,
sumado a la caída en la producción que mostró la empresa, para
nacionalizar en abril el 51% de las acciones de Repsol en la empresa.
La baja en YPF sólo fue superada en el mismo período en
términos porcentuales por la argentina Pluspetrol. En mayor o menor
medida, casi todas las petroleras grandes con actividad en el país
resignaron recursos. La única que salvó la ropa fue la china Sinopec,
con un 66% de variación positiva. Ese caso, sin embargo, encierra una
ironía: durante la mayor parte del período bajo análisis estuvo bajo la
conducción de la norteamericana Oxy, que se la vendió a los chinos en
diciembre de 2010.
GALUCCIO EXPONDRÁ ANTE EMPRESARIOS PETROLEROS
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, tiene previsto
hacer este mes su bautismo de fuego entre los empresarios petroleros.
Ayer partió desde el Club del Petróleo, un tradicional cónclave que
reúne a los dueños del crudo en el país, la invitación para asistir al
almuerzo del 28 de agosto, que se desarrollará en el hotel Marriott.
Galuccio será el invitado de honor y hablará a los postres. El ejecutivo
sorprendió al sector. No sólo porque se trata de un ámbito que resulta
esquivo para el kirchnerismo, sino también porque su antecesor,
Sebastián Eskenazi, nunca asistió. Quienes no formen parte del club sólo
podrán asistir si pagar una entrada de $ 270. Y deberán ser presentados
por un socio.
Fuente: Diario La Nación
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