La semana pasada vi (en vídeo) una fantástica conferencia sobre el peak oil: Muy informativa, bien explicada y con un clarísimo y aplastante argumento sobre las repercusiones que nos esperan. Fue especialmente emocionante porque estaba siendo presentado en plena sesión del House of Representatives en el capitolio de Washington - (una de las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos) – a los líderes politicos mas influyentes del país. Y brevemente pensé,¡Por fin! ¡que oportunidad! A lo mejor si todos estos políticos ven esta presentación con sus propios ojos y escuchan lo que está diciendo este señor, quizás podría haber algún cambio de rumbo…El presentador, Roscoe Bartlett, político Americano de Maryland, lleva años haciendo el esfuerzo. Lleva años informándose sobre el tema de peak oil y preparando un discurso muy convincente. También lleva años haciendo el ridículo, hablando solo.
Resulta que el video era una grabación de una de sus muchas intervenciones/presentaciones en la Cámara. Y en la mayoría de los casos no acude nadie para escucharle – ni sus amigos. Es un hecho que me resulta demolador, repugnante y triste. Pero no sirve de nada quedarnos aquí llorando y lamentando. Saco varias conclusiones:
Según wiki:
Transition towns es un movimiento que fue creado por Louise Rooney y popularizado por el ambientalista Rob Hopkins . La propuesta fue iniciada en Kinsale, Irlanda, y luego fue extendida a Totnes, Inglaterra por Hopkins durante 2005 y 2006. El objetivo de las comunidades de transición es fomentar la vida sostenible y desarrollar la resiliencia local para ello en el futuro próximo. Se anima a las comunidades a buscar métodos para reducir el uso de energía, así como a aumentar su propia autosuficiencia. Un lema del movimiento es “Alimentos a pie, no alimentos a millas“. Las iniciativas hasta ahora han incluido la creación de huertos comunitarios para el cultivo de alimentos, empresas de intercambio de residuos, la reparación y reciclaje de objetos antiguos en lugar de tirarlos a la basura…
Si bien el enfoque y los objetivos siguen siendo los mismos, los métodos utilizados para lograrlo varían. Por ejemplo, Totnes ha introducido su propia moneda local, la libra de Totnes, que es canjeable en tiendas y empresas locales, ayudando a reducir los alimentos que vienen de lugares muy lejanos y potenciando el consumo de los de proximidad. Esta idea también está planeada que se presente en tres ciudades de Gales en transición.
La ideología central del movimiento de las comunidades de transición es la idea de que una vida sin petróleo, de hecho, podría ser mucho más agradable y satisfactoria que la actual “cambiando nuestra mentalidad de que en realidad la próxima era después del petróleo barato es más una oportunidad que una amenaza, y diseñar el futuro en donde se darán bajas emisiones de carbono para ser prósperos y resistentes; un lugar mucho mejor para vivir que el actual cultura del consumo, alienado, basado en la codicia, la guerra y el mito del crecimiento perpetuo.
El número de comunidades que participan en el proyecto es cada vez mayor, estando muchas de ellas en proceso de convertirse en comunidades “oficiales” de transición. En el mundo angloparlante los medios de comunicación han puesto en marcha una serie llamada “The Archers” en la BBC Radio 4, el cual ilustra que esta atención de los medios es debida al rápido crecimiento que está generando el movimiento.
A partir de 2009, muchos en el movimiento de transición incluyen el argumento del colapso financiero mundial y la crisis alimentaria mundial como un tercer aspecto, a la par del tema del pico de producción del petróleo y del cambio climático.
La visión del futuro ofrecida por Antonio Turiel en su última entrada es dura. Describe revoluciones y cierto nivel de anarquía – una implosión descontrolada del poder político convencional y el caos correspondiente. Por desgracia, el escenario que ha descrito es muy posible y como dice Antonio, representa el mejor de los casos ya que no ha hablado mucho del nivel de violencia y guerra que logicamente acompañaría los acontecimientos.
¿A qué estamos esperando?
Sea cual fuera el plan mas adecuado para afrontar este reto, tendríamos que haber empezado en serio hace 30 o 50 años. No debemos ni podemos esperar más. No podemos esperar que la sociedad en general se informe sobre el tema (y nosotros, los peakers no somos capaces de llegar a ellos…ni a una pequeñísima fracción de ellos.) No podemos esperar que los políticos se conviertan en algo que no son: líderes de verdad, interesados en el bienestar del pueblo. No podemos esperar que las renovables compensen la pérdida del milagro que ha sido el petróleo barato durante estos dos siglos. No podemos esperar la llegada heróica de una nueva (y hasta ahora desconocida) tecnología/fuente de energía inagotable. No podemos ni debemos esperar para actuar.
La transición hacia la re-localización global estará también repleta de fallos e injusticias. Pero probablemente será la vida que nos espera por narices y en el mejor de los casos. Tendremos mas posibilidades de acertar si empezamos a trabajar en ello ya de una vez. Y como bien dice Antonio al final de su articulo “ojalá todo pasase de la manera más pacífica posible…”
Resulta que el video era una grabación de una de sus muchas intervenciones/presentaciones en la Cámara. Y en la mayoría de los casos no acude nadie para escucharle – ni sus amigos. Es un hecho que me resulta demolador, repugnante y triste. Pero no sirve de nada quedarnos aquí llorando y lamentando. Saco varias conclusiones:
- Definitivamente la clase política no se preocupa por nosotros de ninguna manera y está completamente repleta de gentuza centrada en lo suyo, sin ninguna intención ni habilidad para liderar de verdad.
- Cualquier esperanza que podríamos haber tenido sobre la involucración o implicación real de los líderes políticos debe ser abandonada inmediata y definitivamente. En el mejor de los casos, la clase política actual es irrelevante y no jugará ningún papel en la resolución de nuestro problema. En el peor de los casos, los politicos serán un obstaculo importante en la fase de transición que nos espera a corto plazo.
- Hemos perdido como mínimo 30 años de preparación y el tiempo ahora va totalmente en nuestra contra. En estas circunstancias cualquier estratega decente diría que tenemos que escoger/centrarnos en una opción y apostar por ella. A estas alturas me parece que tenemos que apostar urgentamente por la re-localización a través del desarrollo de comunidades de transición (transition towns).
Según wiki:
Transition towns es un movimiento que fue creado por Louise Rooney y popularizado por el ambientalista Rob Hopkins . La propuesta fue iniciada en Kinsale, Irlanda, y luego fue extendida a Totnes, Inglaterra por Hopkins durante 2005 y 2006. El objetivo de las comunidades de transición es fomentar la vida sostenible y desarrollar la resiliencia local para ello en el futuro próximo. Se anima a las comunidades a buscar métodos para reducir el uso de energía, así como a aumentar su propia autosuficiencia. Un lema del movimiento es “Alimentos a pie, no alimentos a millas“. Las iniciativas hasta ahora han incluido la creación de huertos comunitarios para el cultivo de alimentos, empresas de intercambio de residuos, la reparación y reciclaje de objetos antiguos en lugar de tirarlos a la basura…
Si bien el enfoque y los objetivos siguen siendo los mismos, los métodos utilizados para lograrlo varían. Por ejemplo, Totnes ha introducido su propia moneda local, la libra de Totnes, que es canjeable en tiendas y empresas locales, ayudando a reducir los alimentos que vienen de lugares muy lejanos y potenciando el consumo de los de proximidad. Esta idea también está planeada que se presente en tres ciudades de Gales en transición.
La ideología central del movimiento de las comunidades de transición es la idea de que una vida sin petróleo, de hecho, podría ser mucho más agradable y satisfactoria que la actual “cambiando nuestra mentalidad de que en realidad la próxima era después del petróleo barato es más una oportunidad que una amenaza, y diseñar el futuro en donde se darán bajas emisiones de carbono para ser prósperos y resistentes; un lugar mucho mejor para vivir que el actual cultura del consumo, alienado, basado en la codicia, la guerra y el mito del crecimiento perpetuo.
El número de comunidades que participan en el proyecto es cada vez mayor, estando muchas de ellas en proceso de convertirse en comunidades “oficiales” de transición. En el mundo angloparlante los medios de comunicación han puesto en marcha una serie llamada “The Archers” en la BBC Radio 4, el cual ilustra que esta atención de los medios es debida al rápido crecimiento que está generando el movimiento.
A partir de 2009, muchos en el movimiento de transición incluyen el argumento del colapso financiero mundial y la crisis alimentaria mundial como un tercer aspecto, a la par del tema del pico de producción del petróleo y del cambio climático.
La visión del futuro ofrecida por Antonio Turiel en su última entrada es dura. Describe revoluciones y cierto nivel de anarquía – una implosión descontrolada del poder político convencional y el caos correspondiente. Por desgracia, el escenario que ha descrito es muy posible y como dice Antonio, representa el mejor de los casos ya que no ha hablado mucho del nivel de violencia y guerra que logicamente acompañaría los acontecimientos.
¿A qué estamos esperando?
Sea cual fuera el plan mas adecuado para afrontar este reto, tendríamos que haber empezado en serio hace 30 o 50 años. No debemos ni podemos esperar más. No podemos esperar que la sociedad en general se informe sobre el tema (y nosotros, los peakers no somos capaces de llegar a ellos…ni a una pequeñísima fracción de ellos.) No podemos esperar que los políticos se conviertan en algo que no son: líderes de verdad, interesados en el bienestar del pueblo. No podemos esperar que las renovables compensen la pérdida del milagro que ha sido el petróleo barato durante estos dos siglos. No podemos esperar la llegada heróica de una nueva (y hasta ahora desconocida) tecnología/fuente de energía inagotable. No podemos ni debemos esperar para actuar.
La transición hacia la re-localización global estará también repleta de fallos e injusticias. Pero probablemente será la vida que nos espera por narices y en el mejor de los casos. Tendremos mas posibilidades de acertar si empezamos a trabajar en ello ya de una vez. Y como bien dice Antonio al final de su articulo “ojalá todo pasase de la manera más pacífica posible…”