lunes, 20 de enero de 2014

Predicciones para 2014


Por Antonio Turiel


Queridos lectores,

Y una vez más, al acabar el año en curso, me veo en las mismas de tener que aventurar qué nos depara el año por venir. Ejercicio harto difícil, no sólo porque desconozcamos el futuro, sino además porque el aspecto en el que yo me concentro (la disponibilidad de recursos naturales) no nos dice qué pasará sino más bien qué no pasará (o sea, qué es imposible que pase por fallar las bases materiales para ello). Se da la circunstancia, además, de que mis previsiones para 2013 han resultado bastante menos acertadas que las de otros años. Hagamos un repaso rápido de éstas y veamos hasta qué punto mis previsiones se han desviado de la realidad:


  • Recesión instalada: No del todo acertada. Es cierto que el crecimiento económico del conjunto de la OCDE ha sido de pequeño a negativo, que la mayoría de los analistas coinciden en que las bases para el crecimiento son débiles, que en Europa la tendencia es bastante plana (Alemania crece algo más que el resto) y que ciertamente China da señales de desaceleración; sin embargo, lo cierto es que EE.UU. mantiene un ritmo de crecimiento más que notable (aunque con muchos desequilibrios internos). En clave española, y como se preveía, varias grandes empresas (Pescanova, Fagor, Panrico) han presentado concurso de acreedores. Además, según la Encuesta de Población Activa (EPA) el paro no llegó al temido 28% que anunciábamos para el primer semestre, pero durante el primer trimestre alcanzó al 27,2% y se ha mantenido después en torno al 26%; teniendo en cuenta que en la EPA no cuenta como activos a aquellos trabajadores que han desistido de buscar trabajo (por la misma desesperación o esperando a que vuelva el crecimiento) creo que las cifras que di fueron bastante acertadas. Además, y como se comentaba en el post del año pasado, la emigración es cada vez más evidente. La previsión que claramente marré completamente fue la de la evolución del IBEX35: el punto más bajo del año son los 7.553 puntos del 24 de Junio, sólo 900 puntos por debajo de la cotización del 2 de Enero, y no 2.000 puntos como aventuraba, y además después la cotización no se ha mantenido en ese punto sino que ha subido a buen ritmo llegando ahora a estar a unos 9.800 puntos. Posiblemente una parte significativa del volumen de contratación actual esté destinado a simplemente evitar que las acciones de las principales empresas españolas se deprecien demasiado, lo cual perjudicaría a los inversores principales (bancos y fondos de inversión) y por eso la cotización no baja sino que además sube, por ahora. En todo caso, la previsión sobre el IBEX35 fue completamente errónea.
  • Espiral inflacionaria sobre la energía: Cualquiera que viva en España puede constatar que la factura energética no deja de crecer, aunque no así la de los carburantes (cuyo precio no puede crecer mucho más so pena de parar completamente la actividad económica) pero sí de la energía en general. El problema no es específicamente español y en la generalidad de la OCDE se habla de ello, con la sola excepción - relativa - de los EE.UU. En Japón preocupa la factura energética, ahora enormemente incrementada al cerrar todas sus centrales nucleares; en Francia se promulgan decretos de contención del gasto eléctrico y en general por toda Europa se multiplican estudios y noticias que analizan el impacto del precio de la energía en la productividad. En España la pobreza energética afecta ya a más del 10% de la población, con porcentajes similares por toda Europa (mayor en el caso de Grecia). Así que esta predicción la considero globalmente acertada.
  • Revueltas en Occidente: Es obvio que las cosas no van bien y cada vez son más frecuentes las manifestaciones y en ocasiones verdaderas revueltas (destaco particularmente las que se han producido en Rumanía y en Irlanda en contra del fracking, y en Grecia por casi cualquier cosa). Hay ciertamente una rabia creciente "dados los recortes sociales, las interrupciones de servicios esenciales por impago y los desahucios", pero aún no hay revueltas a gran escala. Por tanto la previsión no fue correcta.
  • Colapso financiero de la UE a cámara lenta: La cámara es tan lenta que todavía en 2013 no se ha notado. Definitivamente esta previsión ha resultado completamente errónea.
  • Tensión fiscal en los EE.UU.: Rotundamente sí. Primero la tensión por la necesidad de elevar el techo de deuda y casi inmediatamente el cierre del Gobierno Federal de los EE.UU. por la no renovación del presupuesto federal, que se prolongó durante poco más de dos semanas, han demostrado que el panorama fiscal de los EE.UU. no es nada halagüeño. Y los problemas sólo se ha pospuesto hasta Enero y Febrero de 2014, respectivamente.
  • El crash del carbón: La situación era y es complicada, pero ni mucho menos se han producido los problemas que se aventuraban, en parte porque la producción mundial de carbón aún ha podido aumentar y en parte seguramente por el frenazo económico de China. Esta previsión ha sido completamente errónea.
  • Agua, alimentos y Primera Guerra del Hambre: Aún no; hay problemas recurrentes y agravados, la situación en Egipto y en Siria es muy grave y los problemas se van poco a poco extendiendo pero aún no ha estallado la Primera Guerra del Hambre. Tampoco se consideraba un hecho seguro, en realidad.

Formulemos por fin ahora las predicciones para el 2014. Como siempre, son sólo conjeturas sobre las tendencias que ahora mismo se observan más que pronósticos certeros, y aunque algunas de las cosas que ahora diré no se materializarán en 2014 el riesgo de que acaben llegando en años ulteriores va a subsistir.



  • La economía mundial, estrés permanente: Varios indicadores de los países más avanzados indican una clara tendencia a la recuperación, mientras que otros muestran el signo contrario. Sin embargo la inversión en exploración y explotación de petróleo (y no sólo de petróleo) no está al nivel que se necesita para poder explotar estos recursos más caros y mantener la producción. Empieza a ser evidente que la producción de petróleo crudo retrocede, y viendo que cada año que pasa las previsiones oficiales son peores que el anterior seguramente la caída va a ser más rápida de lo que actualmente se estima; sin un rápido crecimiento de la inversión (que no se está produciendo) la falta de petróleo se va a hacer cada vez más evidente (sin que la última esperanza, el fracking, pase de ser una mera burbuja que ya está reventando). Desde el punto de vista económico eso implica que no todo el mundo puede crecer, con un reparto desigual pero con una tendencia generalizada hacia el estancamiento e incluso la recesión. Durante 2014 la anunciada y anhelada recuperación no llegará a escala global, sólo un puñado de países aguantarán el tipo pero no la mayoría de los europeos y por descontado no España.
  • La energía como tema de actualidad: Cada vez se habla más de energía en los medios generalistas, y este año 2014 la energía puede convertirse en un tema muy repetido. Desde la pobreza energética hasta medidas de ahorro más agresivas (incluyendo la nueva fiscalidad de hidrocarburos que comentábamos antes, que se irá extendiendo a todos los países de Europa), la preocupación por la energía será cada vez más patente, sin que se puedan proponer soluciones viables. Las renovables saldrán una y otra vez a la palestra pero se empezará a oír más claramente hablar de su baja rentabilidad y de sus límites, para sorpresa e indignación de algunos grupos ecologistas que habían apostado fuerte en la que creían la buena dirección. Más empresas quebrarán en todo el mundo e identificarán los costes de la energía como uno de los factores determinantes de su quiebra. En general, habrá bastante malestar contra el sector de la energía y se alzarán voces por todo Occidente reclamando la nacionalización de la energía, sin tener en cuenta que los recursos autóctonos en la mayoría de estos países son muy escasos, reclamación infundada fruto de la repetida e interesada confusión entre "energía" y "energía eléctrica" (sólo un 10% de la energía final en el mundo es eléctrica, y el 21% en España) que sufre la opinión pública.
  • El futuro del fracking: Durante 2014 se continuará insistiendo que el fracking es una solución a nuestros problemas, aunque hacia finales de año los problemas ya muy evidentes de los yacimientos estadounidenses hará que surjan más voces denunciando que en realidad no es más que una estafa. El fracking seguramente dejará de ser un tema de moda hacia 2017 y hacia 2020 los yacimientos explotados de esta manera serán completamente marginales.
  • Año sin verano: El calor se hizo de rogar en Europa en 2013 y por las razones que se explicaron en el post correspondiente el riesgo de tener un verano poco caluroso subsistirán durante 2014. El impacto más negativo sería sobre la agricultura en Europa.
  • EE.UU. en frente del abismo fiscal: En Enero EE.UU. revisará el techo de deuda y en Febrero tendrá que revisar el presupuesto. Aunque es probable que ambos momentos críticos se superen, quizá con cierto bloqueo temporal del estilo del que han sufrido en Octubre de este año, lo cierto es que tan sólo empujarán el problema adelante unos pocos meses más y hacia finales de año, probablemente hacia Septiembre-Octubre, se tenga que aprobar de nuevo casi al mismo tiempo una nueva elevación del techo de endeudamiento y el presupuesto para el siguiente año fiscal (que en EE.UU. empieza en Octubre). Si la situación económica de los EE.UU. comienza a mostrar signos claros de debilidad es probable que los republicanos quieran tentar sus fuerzas lanzando un ataque más fuerte a la Administración Obama y lleguen más lejos de lo que nunca se ha llegado. Tal actitud se considera demasiado irresponsable, pero en medio del creciente descrédito de la clase política y el descontento de las clases populares que llevan sobre sus hombros lo más pesado de la crisis los republicanos quizá los republicanos decidan jugar en 2014 la baza del populismo. Las consecuencias de un bloqueo de mayor alcance que el de este año se sentirían en todo el mundo, sumiéndolo en una recesión global. No es lo más probable que ocurra, pero el riesgo de llegar en 2014 a ese punto es bastante significativo.
  • Nuevas guerras y revueltas: 2014 será un año muy malo por lo que a lo que a conflictos de refieren. Egipto y Siria no se van a estabilizar; diversos países de la Europa de Este y Turquía van a sufrir revueltas recurrentes, así como México, Argentina y probablemente Venezuela en distinta intensidad - desde manifestaciones masivas hasta saqueos e incluso verdaderas revueltas. En general va a ser un año más turbulento que 2013. Merece la pena destacar el caso de Yemen, una auténtica bomba de relojería que muy probablemente explotará ya en 2014. Dada su proximidad a Arabia Saudita y la fuerte implantación integrista en su territorio la explosión de Yemen tiene el potencial de desestabilizar mucho la zona, en la que otros países como Irak e Irán tampoco destacan por su buena situación interna. El riesgo de que se produzca un gran conflicto en Oriente Medio durante 2014 es a mi modo de ver medio, sobre todo teniendo en cuenta que para la mayoría de los países de la zona los ingresos del petróleo están bajando, consecuencia de la ligera tendencia a la baja de la producción de petróleo de la región y de los mayores costes internos. Prepárense porque incluso si la zona no explota en 2014 estará cada vez más caliente. Al mismo tiempo los problemas ocasionados por el hambre y algunos conflictos por los recursos (Malí, Níger, Sudán del Sur) garantizan que el año será complicado para África. En Occidente el riesgo de tener un otoño caliente se verá maximizado por diversos factores, y entre otros...
  • El despertar de las regiones: El año 2014 depara un otoño caliente para Cataluña. Hacia el verano el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, aceptará que no se puede celebrar el deseado referéndum de autodeterminación y convocará elecciones anticipadas en esta autonomía, intentando capitalizar el descontendo con estas "elecciones plebiscitarias", concepto introducido ad hoc y sin demasiado contenido legal. Contrariamente a lo que se puede pensar fuera de Catalunya, la apuesta de Artur Mas es esperar a que en realidad el resultado de las elecciones sea el habitual equilibrio nacionalista-unionista, y así no cambie nada. A día de hoy se aventura un resultado para esas elecciones que lejos de simplificar la ecuación la puede complicar muchísimo: una considerable bajada del conservador gubernamental CiU; una bajada todavía más importante de su alternativa, los socialistas del PSC; una cierta bajada del pro-español y conservador PP; y una importante subida del pro-independentista ERC, del pro-unionista Ciutadans y, en menor medida, de la anticapitalista e independentista CUP. El cambio de panorama político es tan radical que de él derivará una gran inestabilidad, una radicalización de los planteamientos generales y, en general, una mayor deriva nacionalista, con una mayor definición del frente catalán/español. Los problemas de España con Cataluña son sólo el anticipo de lo que van a pasar otros países europeos: recuerden que en Escocia hay convocado un referéndum similar (aunque en este caso apoyado por el Gobierno británico, probablemente porque saben que el resultado no será positivo), y que similares derivas se pueden encontrar en prácticamente cualquier país europeo y, quién sabe, quizá se encuentre en algún momento de su declive energético en América. La energía abundante y barata ha facilitado la cohesión de Estados complejos, y su relativamente rápida pérdida puede ocasionar su descomposición.
  • La deriva de España: La situación económica en España no va a mejorar. Grandes firmas de consumo como El Corte Inglés ya experimentan dificultades financieras apreciables, y la tendencia continuará previsiblemente durante 2014. El paro se mantendrá elevado sin demasiadas variaciones gracias a la emigración y al desestimiento de algunas personas a buscar trabajo, pero hacia el final del año volverá a subir. No llegará al 30% de la población activa pero no se quedará demasiado lejos. A pesar de las proclamas del Gobierno no se va a producir reactivación económica (el PIB variará poco en general, con una ligera tendencia negativa hacia el final del año y muy lejos de la subida del 0,7% proyectada por el Ejecutivo español), lo que vendrá acompañado con la quiebra de algunas grandes empresas más. Todo lo cual se traducirá en un gran malestar de todos los estamentos de la sociedad, desde el empresariado hasta los trabajadores y los parados. El" problema catalán" no hará más fáciles las cosas y hacia el final del año el Ejecutivo español, muy desprestigiado y en franca zozobra después de los malos resultados en las elecciones europeas de Mayo y temiendo lo peor en las municipales y autonómicas del 2015, comenzará a tomar medidas muy drásticas que pueden acabar en violentos enfrentamientos en la calle. Es posible que si no se siente suficientemente apoyado por el empresariado y por las bases de su partido el Gobierno español acabe convocando elecciones anticipadas.