viernes, 23 de marzo de 2012

Energía, la crisis menos pensada

El de Cristina Kirchner con su política energética es el fracaso menos pensado. Ella y su esposo llegaron a la Casa Rosada desde una provincia donde la explotación de hidrocarburos es la principal actividad. Al minuto de asumir, sólo les interesó capturar la Secretaría de Energía, dejando el resto de la economía en manos de Roberto Lavagna. Designaron a Daniel Cameron, eterno asesor de la actual Presidenta en el Congreso y ex director de YPF por la liga de provincias productoras de petróleo.
Todo en el kirchnerismo está ligado a la energía. Su entramado empresarial (Enrique Eskenazi, Lázaro Báez, Cristóbal López, Gerardo Luis Ferreyra) está radicado en ese negocio. Igual que el familiar. ¿O Alicia Kirchner no estuvo casada muchos años con el sindicalista petrolero Armando Mercado?
De los escándalos oficiales, casi todos estallaron en ese campo: desde el de la valija de Guido Antonini Wilson, que llegó junto a pasajeros de la petrolera estatal venezolana Pdvsa en un viaje pagado por Enarsa, hasta el caso Skanska, ligado a la ampliación de gasoductos.
Hasta las relaciones huelen a petróleo: Venezuela, España, ahora Angola. Había que pensar que, en energía, los Kirchner estaban condenados al éxito.
Pero ellos cambiaron ese destino por varias frustraciones. La primera es la del sueño del gas y la electricidad baratos. A pesar de que los papeles de campaña de Néstor Kirchner proponían un aumento de tarifas, la política oficial ha sido mantenerlas en niveles anteriores a los de la devaluación de 2002.
Ricardo Arriazu recuerda a menudo que se pueden controlar los precios y también las cantidades, pero nunca las dos cosas a la vez. La decisión de ofrecer la energía siete veces más barata que lo que se paga en Brasil o en Uruguay desalentó la inversión, disminuyendo la oferta. Y disparó la demanda.
Los combustibles que no se producen en la Argentina deben importarse. Esa cuenta se ha vuelto imposible de pagar. En 2010 fue de 4500 millones de dólares; en 2011, de 9000 millones, y antes de que termine este semestre será de US$ 7000 millones. ¿Se habrá preguntado Cristina Kirchner cuál de sus colaboradores montó un negocio sobre estas compras? Lo relevante es que es para conseguir los dólares necesarios para estas importaciones que Guillermo Moreno ha debido cerrar la economía, y Mercedes Marcó del Pont liberar las reservas del Banco Central.

Moraleja, precios más caros

La restricción energética está detrás de la crisis cambiaria. Moraleja: el Gobierno terminará pagando los precios que pretendía evitar, con el agravante de que ya no contará con el gas y el petróleo que, con otra estrategia, se hubieran producido.
Las tensiones aumentan por la puja interna del funcionariado. El ministro Julio De Vido y su segundo, Roberto Baratta, admiten ante los empresarios que los servicios se han vuelto impracticables sin un aumento de tarifas. Pero la Presidenta escucha de Moreno que esa tesis sólo expresa la complicidad de De Vido con los prestadores.
El congelamiento de tarifas se acaba de cruzar con la discusión salarial. Marcelo Mindlin, de Edenor, comunicó ayer a Oscar Lescano, el jefe de Luz y Fuerza, que no podrá conceder una mejora significativa de los sueldos. "Si no me autorizan a subir los precios, estoy al borde de la cesación de pagos", le explicó. Anteayer el sindicato resolvió un plan de acción directa, que amenaza el suministro de electricidad, en reclamo por un incremento salarial.
El Gobierno prefiere reducir el desequilibrio general a la ineficiencia de YPF. Culpa a la petrolera por una caída incesante de producción desde 1999. Recuerda que los 450.000 barriles que produjo aquel año hoy se reducen a 250.000.
Repsol, el accionista mayoritario de YPF, replica que la caída en la producción se debe a la disuasiva política energética. Alejandro Bulgheroni intentó refutar ese argumento delante del español José María Aznar, en la UADE, el jueves pasado, al explicar que su empresa, Panamerican Energy (PAE), viene extrayendo más y más petróleo en los últimos diez años.
Los dos, el Gobierno e YPF, tienen razón. La estrategia oficial desalienta la inversión. Y una demostración fue la intervención de Kirchner para introducir a Enrique Eskenazi en esa empresa.
El proyecto de "argentinizar" la petrolera nació en Enarsa en 2003. El socio local sería el Estado. En mayo de 2007, el presidente de Repsol, Antoni Brufau, y Julio De Vido pactaron que fuera un privado: Carlos Miguens. Pero Kirchner reemplazó a Miguens por sus amigos los Eskenazi.
La insólita fórmula por la cual esa familia pagaría el 15% de YPF con dividendos de YPF, que conspiraba de por sí contra la inversión, fue bendecida por el ex presidente. La receta impide suspender la distribución de dividendos. Ayer el directorio aprobó otro reparto, pero en acciones. De ese modo, los socios pueden cambiar esos títulos por dólares en el exterior, sin producir la "fuga de capitales" que denuncian los funcionarios.
El experimento Eskenazi es el otro fracaso del kirchnerismo energético. El conflicto con esa familia pone en crisis un axioma oficial: la creencia en que los empresarios nacionales ofrecen a la política económica más ventajas que los extranjeros. Esta idea fue desde las formulaciones teóricas de José Nun hasta los impulsos prácticos de Cristina Kirchner, quien confesó más de una vez que quería retirarse "dejando el 90 por ciento de la energía en manos argentinas".
Las razones de la ruptura entre el kirchnerismo y los Eskenazi son tan indescifrables como las de su afinidad. En el Gobierno circulan habladurías de alto atractivo literario pero dudosa verosimilitud: ¿existió la reunión en la que un antiguo y despechado abogado del grupo Petersen habría hecho revelaciones inquietantes a Máximo, el heredero?

Duda presidencial

Es más probable que el idilio se haya quebrado en aquella entrevista de diciembre pasado en la que la Presidenta pidió a Sebastián Eskenazi que absorbiera el costo del subsidio al gasoil. Eskenazi le contestó que sólo podría hacerlo con un aumento de precios a lo largo de catorce meses. Ella se negó. Un funcionario comentó después: "Si se llevaron gratis el 25 por ciento de YPF no era para pedir señales de precio cuando se los necesita". Cinco meses antes Cristina Kirchner y De Vido pedían que las inversiones de la empresa fueran "festejadas por todos los argentinos". Delicias del crony capitalism.
Hoy la Presidenta duda sobre qué hacer con YPF. Juan Manuel Abal Medina debió desdecirse de su declaración en contra de una estatización. El perspicaz Abal olvidó que el kirchnerismo odia dar precisiones sobre el futuro. Pero es verdad: su jefa todavía no está dispuesta a pagar el costo internacional de esa medida.
Para una intervención no se encuentra interventor, sobre todo por las amenazas penales de los abogados de la empresa.
Las provincias tampoco quieren ir más allá con la reversión de concesiones. Sobre todo las que dependen mucho de YPF. Además, el sindicato petrolero hizo saber su malestar: prefiere que los sueldos los siga pagando un privado y no convertirse en un gremio de empleados públicos.
Para advertir el límite de la política energética conviene dejar de lado estos detalles. Mejor atender a Lucas Llach, cuando repite: "El populismo no resiste el largo plazo". Y a Pablo Gerchunoff, que agrega: "El largo plazo ya llegó".




Fuente: Diario La Nación.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Atribuyen la escasez de energía a la mala gestión

La escasez de energía y la caída en la producción de gas y petróleo son“consecuencia directa de la mala administración” del Gobierno, según la AGN.
Aunque el Ministerio de Planificación – bajo la órbita de Julio De Vido – parece haber descubierto este año que el déficit energético genera una salida de US$ 10.000 millones anuales, la AGN ya venía advirtiendo sobre la falta de control en las concesionespetroleras.
“Se observó como denominador común una deficiente gestión de la Secretaría de Energía”, escribieron los auditores.
La extracción de petróleo está en caída desde 1998. Para explotar áreas, las empresas pagan un canon. “La Secretaría de Energía no viene actualizando el valor del canon según el aumento del precio del petróleo en el mercado local”, denunció la AGN. “Los concesionarios abonaron un valor sumamente depreciado posibilitando – por un lado – postergar y hasta reducir inversiones”, pintó la AGN antes que arrancaran los reclamos de las provincias a YPF.
La AGN auditó el sistema de liquidación y del control de las regalías petroleras y observó “una situación de debilidad y laxitud de tales funciones”.
También encontró problemas en la base de datos de la Secretaría de Energía (encabezada desde 2003 por Daniel Cameron), a la que señalan por no ejercer su “poder de policía”.
“Surgieron áreas concesionadas en producción que no presentaban declaraciones juradas, áreas que en diferentes listados aparecen como perteneciendo a distintas jurisdicciones y a distintos declarantes, yacimientos o lotes concesionados que en diferentes listados aparecen como pertenecientes a distintas áreas”, acusa la Auditoría.
“Hay un sorprendente encarecimiento a partir del momento en que se derogó el decreto que establecía precios tope en las concesiones, ignorando la notoria cartelización de la oferta y otras irregularidades”, indicó Despouy ante el Congreso.
Los auditores también manifestaron reparos sobre la importación de fuel oil de Venezuela, el rol de la empresa estatal Enarsa (que sólo tiene actividades comerciales o de intermediación, pero no explora) y sobreprecios.
“En la línea de alta tensión del sur, con una inversión global de $792 millones, el tramo Puerto Madryn-Pico Truncado, construido entre 2005 y 2006, tuvo un costo por kilómetro superior en 40% al correspondiente a la traza Choele-Choel-Puerto Madryn ejecutado un año antes.



viernes, 2 de marzo de 2012

Definen empíricamente la red capitalista que domina al mundo

Un análisis de la ETH de Zurich establece que 1.318 corporaciones controlan la economía global, gracias a sus fuertes interrelaciones


Mientras van aumentando las protestas de la población mundial contra el excesivo poder financiero, la ciencia confirma que los más oscuros temores de los ciudadanos tienen una base empírica. Un análisis que combinó matemáticas y datos, realizado por científicos de la ETH de Zurich, ha revelado que existe un conjunto de 1.318 corporaciones –casi todas instituciones financieras- que dominan la economía global, gracias a sus fuertes interrelaciones. Esta organización de las corporaciones supone un grave riesgo para la red económica general, cuya inestabilidad fomenta. La solución, según los expertos: controlar los vínculos entre los más poderosos a través de normas de regulación internacionales. Por Yaiza Martínez.

Mientras van aumentando las protestas de la población mundial contra el excesivo poder financiero, la ciencia confirma que los más oscuros temores de los ciudadanos tienen una base empírica. 
Según publica la revista Newscientist, un análisis realizado por especialistas de la Escuela Politécnica Federal de Zürich (ETH), en Suiza, sobre 43.000 corporaciones transnacionales (CTs) ha revelado que un relativamente pequeño grupo de organizaciones, principalmente bancos, cuentan con un poder desproporcionado sobre la economía global. 
Los resultados de dicho análisis podrían ayudar a identificar fórmulas para construir un capitalismo global más estable, afirman los autores del estudio. 

Análisis basado en la realidad 
La investigación, llevada a cabo por los teóricos de sistemas complejos de la ETH, Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston, es la primera que va más allá de la ideología para identificar empíricamente la red mundial del poder económico. 
Combinando matemáticas ya utilizadas para modelar sistemas naturales con datos integrales de las corporaciones, los científicos elaboraron un mapa de los dominios de las corporaciones transnacionales de todo el mundo. 
Según James Glattfelder, uno de los autores del estudio: “La realidad es tan compleja que debíamos movernos más allá de los dogmas y de las teorías conspirativas del mercado libre, para generar un análisis basado en la realidad”. 
Estudios previos habían constatado que unas pocas CTs manipulaban una gran parte de la economía mundial, pero éstos habían incluido sólo a un número limitado de corporaciones y habían omitido posesiones indirectas (de acciones o participaciones en otras organizaciones), por lo que no pudieron establecer cómo afectaba la red de corporaciones a la economía global, por ejemplo, a su grado de estabilidad.
Lo que ha hecho el equipo de investigadores de Zurich es utilizar la Orbis 2007, una base de datos sobre 37 millones de organizaciones e inversores de todo el mundo y extraer de ella las 43.060 corporaciones transnacionales y sus posesiones vinculadas. 
A partir de esta información, los científicos elaboraron un modelo sobre el control de estas corporaciones sobre otras, a través de las redes de compra de acciones. De esta forma, se generó un mapa de la estructura del poder económico en el mundo. 

Una súper entidad altamente cohesionada 
El resultado, que será publicado en la revista PloS One, reveló que existe un núcleo de 1.318 corporaciones que interbloquean las posesiones generales. Cada una de estas organizaciones tiene lazos con otras dos o más corporaciones, aunque de media están conectadas con un total de 20. 
Además, aunque estas 1.318 organizaciones reúnen el 20% de los ingresos operacionales globales, en realidad poseen colectivamente, a través de sus participaciones, la mayoría de las acciones y fábricas del mundo – la economía “real”-, con las que acumulan más de un 60% de los ingresos globales. 
Profundizando más en la red de posesiones mundial, los investigadores constataron además que existe una “súper entidad”, formada por sólo 147 corporaciones muy cohesionadas entre sí. Las posesiones de cada una de ellas son sostenidas por el resto de los miembros de esta súper entidad, que controla el 40% de la riqueza total de la red. 
Glattfelder señala que “en efecto, menos del 1% de las corporaciones del mundo pueden controlar el 40% de toda la red económica”. La mayoría de estas corporaciones son instituciones financieras. Entre las 20 primeras están Barclays Bank, JpMorgan Chase & Co, y el Grupo Goldman Sachs

Es necesario limitar el poder económico 
Un aspecto esencial del mapa del monopolio económico del mundo es que muestra que este tipo de redes nucleares son inestables: “Si una de las empresas que la componen tiene problemas, éstos se propagan”, explica Glattfelder. El colapso financiero de 2008 ha demostrado esta inestabilidad, según publica al respecto Dailymail
Pero la identificación de la arquitectura del poder económico global podría ayudar a hacer que dicha arquitectura sea más estable: definir los aspectos vulnerables del sistema ayudaría a los economistas a sugerir medidas para prevenir futuros colapsos que se extiendan a toda la red. 
En este sentido, Glattfelder afirma que son necesarias normas globales contra los monopolios que permitan limitar las interconexiones excesivas entre las corporaciones transnacionales. Este tipo de normas actualmente sólo existen a nivel nacional. 
Otros expertos sugieren que una posible solución sería gravar con impuestos el exceso de interconexiones entre las CTs, con el fin de reducir los riesgos derivados de sus interrelaciones. 
Según los científicos de Zurich, la gran pregunta ahora es si el poder político puede ejercer semejante autoridad sobre las corporaciones. De cualquier manera, los cambios para resistir a la estructura de la red económica global son de interés común.








jueves, 1 de marzo de 2012

Se aceleró la caída en la producción de crudo, pero se redujo la declinación en gas


Según cifras de la Secretaría de Energía, la extracción de gas natural cayó un 1,41%, con lo cual desaceleró su descenso con relación a 2010 (-2,95%). Pero la oferta de crudo registró una baja del 5,9%, más del doble que hace dos años.




Una vez más en 2011 el sector hidrocarburífero mostró una baja en sus niveles de extracción, algo que en el sector privado explican por la madurez de los yacimientos locales y la falta de estímulo a la inversión de riesgo que se origina en los bajos precios, sobre todo del gas natural. 
De acuerdo con números oficiales, la producción de gas registró un nuevo descenso, algo que se repite por sexto año consecutivo y preocupa sobremanera en despachos oficiales. El petróleo, en tanto, aceleró su curva decreciente, aunque las operadoras explican que la pendiente se aceleró como resultado de las medidas gremiales, que entre abril y julio paralizaron la actividad de los yacimientos de Santa Cruz. La oferta de crudo cae sin interrupciones desde 1998, cuando el país alcanzó el récord de producción.
A nivel nacional, la merma en la extracción de gas –el principal energético de la Argentina– fue de un 1,41%, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía. Aunque negativa, la cifra marcó una desaceleración de la caída de la oferta gasífera con relación a 2010, cuando el despacho cayó un 3 por ciento. Los yacimientos locales aportaron 46.312,77 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/día) del fluido, informa la cartera que dirige Daniel Cameron. 
La producción de crudo, en tanto, se redujo en 2011 un 5,9%, más del doble que en 2010, cuando la retracción fue del 2,35 por ciento. En total, se extrajeron 33,21 MMm3, contra los 35,131 MMm3 de 2009.

Causas 
Las razones que explican el descenso se dividen por tipología: por un lado están las que obedecen a la geología nacional, que dan cuenta de una maduración de los principales yacimientos del país (en especial los gasíferos) y una consecuente pérdida de rendimiento productivo. Por otro, existen elementos determinantes ligados a la capacidad de acción del Estado. El sostenimiento de un régimen de precios del gas muy desfasados en comparación con los internacionales impide la inversión en marginales, sostienen las empresas. 
La situación del crudo es distinta: el valor local del barril se actualizó significativamente en 2011. Hoy el petróleo Medanito, de buena calidad, se cotiza a 75 dólares, un 40% por encima de los u$s 55 que valía en febrero del año pasado. 
A esos factores hay que sumarle la repetición de medidas gremiales en Santa Cruz, y en menor medida en Chubut, que complicaron la producción de crudo. “Sabemos que situaciones como las del año pasado, cuando la actividad de los yacimientos estuvo detenida casi tres meses por medidas gremiales, no se puede volver a repetir”, admitió el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, en diálogo con El Inversor Energético & Minero. 
El descenso de la producción de hidrocarburos tiene como correlato la expansión de las importaciones, tanto de derivados del petróleo (gasoil, fuel oil y naftas) como de gas natural (desde Bolivia y por barco), para cubrir la expansión de la demanda interna. Esa situación se deja sentir en la balanza comercial del sector.
En 2006, la balanza energética cerró con un saldo a favor de u$s 6.000 millones, que explicó un 50% del superávit comercial total del país, que rondó los u$s 12.000 millones. Un lustro más tarde, la importación de energía representó el equivalente a dos puntos del PIB. Y en 2012 podría llegar hasta los u$s 12.000 millones, según pronósticos de Daniel Montamat, ex secretario de Energía y ex titular de YPF en su época estatal.
Es por eso que en 2011, por primera vez en la década, el país cerró en rojo su balanza comercial de energía. El déficit rondó los u$s 3.000 millones, mientras que en 2010 el superávit había superado los u$s 1.100 millones.