jueves, 29 de septiembre de 2011

Inician las pruebas en Atucha II, que arrancará en 2012

La Presidenta encabezó en Zárate el acto por la central atómica, que generará 745 MW


La presidenta Cristina Kirchner anunció ayer por cadena nacional la inauguración de la central nuclear Atucha II, en Zárate, aunque los 745 megavatios que generaría no ingresarán en el sistema eléctrico nacional hasta dentro de un tiempo indeterminado, aunque el Gobierno dijo que el plazo tope es el segundo semestre de 2012.

Ante eventuales cortes de energía por altas temperaturas en el verano próximo, la Presidenta buscó dar señales de avances en plena campaña hacia las elecciones del 23 de octubre próximo.

La central Atucha II, diseñada para operar con base de uranio y agua pesada, demandó una inversión de 10.000 millones de pesos. Es la tercera usina nuclear luego de Atucha I (335 megavatios) y Embalse (648 megavatios).

En rigor, el acto de ayer fue la puesta en marcha a prueba de 566 subsistemas que componen la central nuclear, luego de lo cual se activa el reactor.

Esas pruebas son exigidas por los protocolos internacionales de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). El ministro de Planificación, Julio De Vido, confirmó que la comercialización efectiva de los 745 megavatios en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) sólo se hará en "los próximos seis u ocho meses".

Sin embargo, otras fuentes del Gobierno confiaron a LA NACION que aún no se sabe cuándo operará en el sistema interconectado nacional y que podría demandar más tiempo.

Luego de que se leyó una carta de felicitación del director general de la OIEA, Yukiya Amano, Cristina Kirchner celebró: "Hemos incorporado en estos 8 años 7422 megavatios, estamos llegando a 8122, un 45,4 por ciento más de lo que generábamos en 2003".

También anunció la extensión de la vida útil por 30 años de la central nuclear de Embalse y la puesta en funcionamiento de un cuarto reactor, de baja potencia, el Carem.

Para las obras en Embalse (648 megavatios), esa central saldrá de funcionamiento. Y para cuando lo haga no se sabe aún si Atucha II estará en condiciones de funcionar.

"Todo esto significa una mejor calidad de vida para los argentinos", dijo ayer la Presidenta en Lima, partido de Zárate, por cadena nacional. "Estamos diversificando la matriz energética", agregó.

De Vido agregó que "la continuidad del desarrollo de la energía nuclear busca que en 2025 entre el 20 y el 25 por ciento de la oferta energética sea de usinas nucleares".

El Gobierno asegura que el sistema no sufrirá colapsos para el próximo verano. No se prevén cortes, excepto que las altas temperaturas eleven la demanda y sobrepase a la oferta de 20.000 megavatios del sistema.


"Simbólico"

"La Presidenta hizo un anuncio meramente simbólico. No inauguró una obra terminada. Hay plazos largos, aún no determinados y que superan las elecciones para que comience su operación comercial. Por lo tanto, ayer hizo un anuncio de campaña electoral", dijo a LA NACION el ex secretario de Energía Jorge Lapeña.

La obra fue incluida en el Plan Energético nacional en 2004 y se retomó en 2006. Había sido iniciada en 1982 y fue paralizada en 1994. El Gobierno busca diversificar la generación eléctrica que hoy depende básicamente de las usinas térmicas -en menor medida, de las hidroeléctricas-, que funcionan a gas y a fueloil, cuya producción local desciende y obliga a importarlos a precios internacionales: en 2012 habría un déficit comercial energético de 8000 millones de dólares, con fuerte impacto en las cuentas fiscales. Por eso se estudia elevar las tarifas.



Fuente: Diario La Nación



domingo, 25 de septiembre de 2011

La crisis energética, otro tema de preocupación

Hay temor sobre los efectos hacia 2012

 
Las dos máximas preocupaciones del gobierno de Cristina Kirchner pasan hoy por la situación económica en Brasil y por la posible falta de oferta de energía en 2012 ante la creciente demanda, lo cual podría afectar la economía. "A la devaluación y desaceleración económica en Brasil se suma como preocupación el estrangulamiento energético", confió una fuente cercana a la Presidenta.

"Se busca fortalecer el sistema energético para soportar la demanda de 2012", agregó.

En lo inmediato, Cristina Kirchner sólo inaugurará obras. Mañana presentará en Mendoza la nueva línea de transporte de alta tensión Comahue-Cuyo. Y para el miércoles tiene agendada la puesta en marcha de la planta de generación nuclear Atucha II, en Zárate.

En medio de la crisis económica global, con posible recesión, descenso del precio de la soja y problemas de competitividad con Brasil, el Gobierno busca resguardarse para que un posible desequilibrio energético no derive en cortes futuros y en aumentos de subsidios para sostener las importaciones.

Despuntan otras medidas de mediano plazo. Según supo LA NACION, la Casa Rosada evalúa la creación de un Ministerio de Energía. Eso implicaría dividir el actual Ministerio de Planificación Federal que conduce Julio De Vido, candidato a ser jefe de Gabinete. Si se diera, no perdería poder, sino que lo ganaría. Pero tiene competidores: el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario de Comunicación, Juan Manuel Abal Medina.

Para bajar el nivel de subsidios y desacelerar el gasto, se estudia también una moderada suba de tarifas en energía eléctrica.

Un futuro Ministerio de Energía se podría fusionar con el área de Transportes. O bien quedarían en otras carteras diferentes Transportes y Obras Públicas.

Durante el viaje de Cristina Kirchner a Nueva York para la asamblea anual de la ONU, De Vido tuvo inusual protagonismo: gestionó con el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, créditos para el programa eléctrico Norte Grande; conversó con directivos de Chevron sobre producción de gas no convencional, y recibió a los de Exxon Mobile y AES, que anticiparon inversiones por 800 millones de dólares.

El ministro de Economía, Amado Boudou, llevó a la energía al tope de la agenda anteayer en Washington. Ante el Consejo de las Américas, además de atacar al FMI, que había criticado al Indec, puso entre los desafíos futuros centrales la idea de "incrementar la oferta energética como una clave hacia delante".

También envió una señal a los mercados y anunció su intención de acordar la deuda impaga con el Club de París. Ese acuerdo es clave no sólo para obtener financiamiento internacional, sino para destrabar inversiones extranjeras en energía y en minería que diversas empresas del mundo buscan concretar.
A pique

Según documentos del Grupo de Ex Secretarios de Energía, desde 1998 cayó a pique la producción de petróleo y, desde 2005, la de gas. En 2005, el balance comercial era positivo: se exportaban 5600 millones de dólares más de lo que se importaba; en 2010, fue neutro; en 2011 se registraría un déficit de 3000 millones y en 2012 sería de 8000 millones.

El crecimiento de la demanda es de 5 o 6% anual; así el sistema depende de las importaciones a precios internacionales mucho más caros que los del mercado local. Según el experto Jorge Lapeña, el peor escenario sería el desbalance de las finanzas presupuestarias por suba de subsidios, de 60.000 millones de pesos, lo que tiende al déficit fiscal y a una perdida del superávit comercial.

Como en la Argentina es baja la generación hidroeléctrica y nuclear, la oferta eléctrica se alimenta de gas, que al agotarse se reemplaza por fuel oil o gasoil, que se debe importar en forma creciente y caro. La generación eléctrica puede llegar sólo a 21.000 megavatios y en verano puede ser sobrepasada por la demanda, con el efecto de cortes parciales o administrados. El Gobierno busca lograr inversiones, pese a que en estos ocho años le fueron esquivas.







domingo, 18 de septiembre de 2011

El déficit energético obligará a subir muy fuerte el gasto

La letra chica y los números internos del proyecto de Presupuesto 2012 que el Gobierno remitió al Congreso han vuelto a poner al descubierto las profundas grietas y urgencias que enfrenta el sector energético tras ocho años de administración kirchnerista.

Los datos clave del Presupuesto enviado por el ministro de Economía, Amado Boudou revelan tres situaciones críticas que jaquean al área de energía.

En primer lugar, la falta de inversiones privadas que ha obligado al Estado a hacerse cargo de las principales obras destinadas a incrementar la oferta de energía eléctrica. Para suplir la ausencia de inversores privados , el Presupuesto 2012 prevé nuevos pedidos de autorización para tomar deudas, conceder avales y ampliar los gastos orientados a la ejecución de obras energéticas .

Entre otros emprendimientos a financiar por el Estado figuran nuevas partidas y avales para poner en marcha los proyectos hidroeléctricos de Chihuidos, Los Blancos y Condór Cliff- La Barrancosa. También se prevé un fuerte aumento en los recursos de Enarsa para la terminación de las usinas de Ensenada y Brigadier López y la instalación de nuevas centrales móviles y de baja capacidad de generación en el interior del país.

En segundo lugar, lo que deja en evidencia el Presupuesto es la caída cada vez más marcada de la producción de gas local y las crecientes importaciones de combustibles líquidos alternativos para abastecer a las centrales térmicas, las industrias y el consumo vehicular.

En el caso del gasoil, el Gobierno está solicitando una exención impositiva para poder importar el doble de lo que compró este año de ese combustible sin gravámenes. En total, se prevé importar hasta 7,2 millones de metros cúbicos de gasoil.

El tercer aspecto negativo de la política energética de los últimos años que se ve reflejado en el Presupuesto es la pérdida del autoabastecimiento en el mercado de las naftas por la falta de inversiones en nuevas refinerías y el incremento del consumo interno.

Por primera vez en las últimas dos décadas, el Gobierno pidió exenciones fiscales para importar hasta 800.000 metros cúbicos de naftas con el fin de morigerar los picos de consumo de las vacaciones y los fines de semana largo que dejan a la mayor parte de las estaciones de servicios con las mangueras cruzadas por la falta de combustibles.

Para los técnicos privados, este año el país va camino a tener un déficit comercial energético del orden de los US$ 3.000 millones.Las proyecciones de las empresas y los especialistas para 2012 indican que el “rojo” entre lo exporta e importa el sector llegará a US$ 5.000 millones.
 
 
 
 

sábado, 10 de septiembre de 2011

El misterioso aumento de los combustibles

Por Fernando "Pino" Solanas

¿Por qué misterio los combustibles aumentaron más de un 100% en los últimos años, superando el precio del petróleo crudo, que llegó a su máximo histórico? Si se toma como base los precios en los surtidores de la ciudad de Buenos Aires -los más bajos del país- y comparamos los de mayo de este año con los de junio de 2007, los aumentos son del 138% para el gasoil; 155%, para la nafta súper, y 128%, para la premium. Hasta ese momento, los combustibles habían sufrido mínimas variaciones luego de "acomodarse" tras la devaluación de 2002: el valor del gasoil era un 4,37% superior al de diciembre de 2004; la nafta súper, un 4,75%, y la premium, apenas un 0,69%. Para defender a los consumidores, la regulación estatal mantenía los precios a pesar de que el petróleo nacional había subido un 41 por ciento.

La razón de los aumentos hay que rastrearla en junio de 2007, cuando comienza a negociarse la entrada de la empresa Petersen Energy, del grupo Eskenazi, como accionista minoritario de YPF SA. Gracias a su estrecha vinculación con Néstor Kirchner, los banqueros de Santa Cruz lograron comprar -con una mínima inversión en mano- el 15% de las acciones y asumir la gerencia de la empresa. La pregonada "argentinización" de YPF fue un grandísimo negocio privado que benefició a los amigos del Gobierno y a las petroleras que tienen refinerías: Repsol, Esso, Shell y Petrobras. A fines de mayo de 2006, el fantasma de la nacionalización del petróleo rondaba la región. A pocas semanas de que Evo Morales la proclamara en Bolivia, los Kirchner viajaron a Madrid para mantener su primera reunión con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y acordaron la transferencia. Repsol no podía vender sin la aprobación del gobierno argentino, según los derechos que le otorga ser poseedor de la acción de oro.

Los Eskenazi compraban el 15% de YPF con un crédito bancario de US$ 1000 millones y otro crédito de US$ 1000 millones a Repsol, más un adelanto de los dividendos 2006 -US$ 200 millones- que la petrolera les cedía. En contrapartida, el comprador le permitía a Repsol girar al exterior el 90% de las ganancias de YPF pagadas como dividendos. En abril de 2010, ya habían girado US$ 4816 millones desde que vendieron. En lugar de reinvertir en el país para reponer el crudo extraído, la renta de YPF le sirvió a Repsol para invertir en Brasil, Libia, Golfo de México. Las reservas de la empresa argentina cayeron un 15%; las de gas natural, un 32%, mientras que las utilidades crecieron un 42%. YPF se transformó en la vaca lechera de Repsol y por eso se decía que la ex YPF podía haber comprado Repsol.

La connivencia del Gobierno con los Eskenazi se ha mantenido en estos años. Cuando Shell aumentó los precios en agosto de 2010, la Secretaría de Comercio Interior le ordenó retraerlos a los vigentes al 31 de julio; cuando en diciembre YPF los subió un 5%, el Gobierno derogó la resolución que había tomado en agosto y todas las petroleras pudieron subir los precios. La farsa de la "argentinización" no es otra cosa que un millonario negocio a favor de los amigos del Gobierno y de las petroleras con refinerías: somos los que usamos combustibles quienes le estamos pagando a Eskenazi la compra de YPF.

La entrega del mercado de combustibles líquidos a las petroleras privadas comenzó con la desregulación de los hidrocarburos y la venta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. La política de Estado que la YPF de Enrique Mosconi había impuesto desde 1929 era la unificación de precios bajos e iguales en todas las provincias argentinas. La privatización terminó con una política que beneficiaba al consumidor y concluyó en un estrepitoso fracaso: lejos de multiplicar las reservas existentes, les permitió a las petroleras exportarlas sin obligación de reponerlas. La Argentina se autoabastecía con reservas de gas por 36 años y de crudo por 16. Hoy debe importarlo pagando diez veces más de lo que le cuesta producirlo y 17 veces más del precio que fija la reciente compra de GNL a Qatar. La millonaria operación firmada por Julio De Vido, realizada sin licitación, se extenderá por 20 años y su importe es de US$ 40.000 millones. El Ministerio de Planificación y Enarsa le niegan ver el contrato a la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.

Al desmantelarse los mecanismos de regulación estatal se permitió a las corporaciones manejar el precio de los combustibles y el mercado. La integración vertical de las petroleras -extracción, transporte, refinación y venta en sus propias estaciones- está prohibida en EE.UU., Brasil, Europa, para evitar la posición dominante y la defraudación fiscal. Sus prácticas monopólicas han llevado a la quiebra a más de 2500 estaciones de servicio, con la desaparición de 20.000 puestos de trabajo.

El proyecto de ley de comercialización de combustibles que impulsamos con la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (Foesgra) espera su tratamiento en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados. Plantea la defensa de este importante sector de pymes, prohíbe a las destilerías vender en sus estaciones y fija un precio único de venta para todas.

Debemos frenar a quienes fuera y dentro del Gobierno nos hacen pagar los negocios privados de algunos vivos. Todos los países que en los años 90 privatizaron su petróleo lo recuperaron: el único que insiste en las políticas privatistas es la Argentina. Sin rescatar los hidrocarburos y sin crear una petrolera nacional con participación de las provincias -Yacimientos Petrolíferos Federales-, nuestro país seguirá perdiendo tiempo.