miércoles, 31 de agosto de 2011

Post de lectura obligatoria para los recién iniciados en el tema

¿Qué es el Peak Oil?

El Peak Oil, o cenit de producción de petróleo, es el momento en el que la producción mundial de petróleo llega a su valor máximo. A partir del Peak Oil comienza un declive en la producción que al principio es lenta, y después se acelera. En la práctica, como hay países que no explotan sus recursos al máximo (OPEP) la producción se puede mantener más o menos plana durante unos pocos años, una vez llegados a este cenit.

¿No se puede invertir más dinero en la explotación de los pozos para evitar que la producción decaiga?

Pues resulta que llega un momento en que no, porque no es sólo una cuestión de dinero, sino también de ganar energía. A medida que los pozos se agotan cuesta más extraer el petróleo, y entonces se tiene que comenzar a bombear con más fuerza, a inyectar agua o gas a presión, a fracturar la roca que contiene el petróleo, etc. Todo eso, aparte de dinero, cuesta energía. Llega un momento que para absorber los pequeños charcos dispersos que queden aquí y allá se gasta más energía que la que nos dará después este petróleo cuando se queme. En ese momento deja de tener sentido bombear ese petróleo, por qué en vez de estar mejor estamos peor (nos queda al final menos energía).

¿No se pueden solucionar esas dificultades para bombear petróleo con mas tecnología?

La tecnología también tiene un límite, y el caso es que es gracias a la tecnología que hemos conseguido exprimir muchos pozos hasta extremos increíbles. Ya se aplica toda la tecnología que tenemos para recoger tanto como se puede, pero parece que ya no avanzamos de manera significativa, cada pequeña nueva invención da muy poco margen extra, si es que lo da.

¿Así, entonces, llegará un momento a partir del cual el petróleo se agotará?

De hecho el petróleo no se agotará nunca; ésta es una mala interpretación común del problema, y que sirve para dar pie a descalificaciones sumarias del planteamiento que se hace aquí. No es que el petróleo se acabe, es que cada vez saldrá más lentamente, hasta un punto en el que tendremos que pasar prácticamente sin él.

Muy bien, y entonces, ¿cuándo se supone que se llegará a este Peak Oil?

Nunca se podrá estar seguro hasta que no haya pasado suficiente tiempo como para tener perspectiva, pero por lo que parece la extracción mundial de petróleo crudo llegó al Peak Oil en el año 2005, y ahora está en un declive suave. Se ha compensado la pérdida de este petróleo con petróleos sintéticos obtenidos sobre todo de las arenas asfálticas de Canadá y con biocombustibles, pero son fuentes de muy poca calidad (la energía de uno de estos petróleos sintéticos es un 70% de la del de verdad) y encima está costando aumentar su producción, que esté estancada desde 2008. De hecho, la producción total de petróleo del mundo llegó a su máximo, de casi 87 millones de barriles diarios, en Julio de 2008 y todavía no se ha superado esta marca. Para acabarlo de rematar, parece que los biocombustibles dan menos energía que la que se consume para producirlos, y son por tanto un error sólo justificable por las subvenciones que reciben.

Bien, si como dice usted la producción no aumenta desde 2008 y está a punto de decaer, ¿porqué no sube el precio del petróleo? La gasolina está cara, pero no es ni mucho menos tan cara.


La realidad es que en Julio de 2008 la demanda de petróleo superaba a la oferta en un 1%, y el precio del barril de petróleo WTI llegó a los 147 dólares, que es el precio más alto que ha alcanzado nunca en términos absolutos como relativos. Dos meses más tarde Lehman Brothers quebró y la economía occidental entró en barrena. No es una casualidad. Muchos estudios avalen que los altos precios del petróleo causaron que muchas empresas dejasen de ser rentables y quebrasen; entonces, cuando la destrucción económica fue suficientemente intensa la demanda de petróleo cayó como un 5% por debajo de la oferta, y los precios cayeron a lo largo de seis meses hasta los 36 dólares. Desde entonces el precio ha vuelto a subir, y en este momento se mantiene en una franja de entre 70 y 80 dólares. Esto no es una casualidad; después del shock de 2008 varios estudios demostraron que el precio máximo que la economía puede soportar está alrededor de los 80 dólares, y los gobiernos están haciendo todo lo que pueden por que no pase de este valor. El problema es que la demanda de China y de la India es fuerte y forzará un nuevo pico de precios antes de que pase un año (Septiembre de 2011).

Por tanto, ¿debemos esperar que de aquí en un año los precios de los combustibles estén por las nubes?


Pues no, la cosa es más complicada. Cada vez que el precio del barril de petróleo suba mucho, habrá un sector de la economía que no podrá seguir el ritmo y que desaparecerá; entonces la demanda caerá y con ella el precio. Lo que se debe esperar es una sucesión de picos de precios seguidos de fuertes caídas, en sucesión cada vez más rápida, tanto más rápida cuanto la producción de petróleo comience a declinar más fuertemente.

¿Y por qué a los chinos eso no les afecta? ¿Por qué ellos continúan creciendo muy rápidamente?


A las economías emergentes les cuesta menos pagar el petróleo porque ellos no lo usan tanto para uso particular sino para aplicaciones que añaden valor: la manufactura de productos que después nosotros consumimos aquí. Con los precios que nosotros pagamos por sus productos pueden pagar de sobra la factura. Está claro, sin embargo, que a medida que nosotros estemos peor compraremos menos, incluso de los tan baratos productos chinos, y eso acabará por repercutir sobre ellos.

Está bien, subirá el precio de la gasolina, ¿y qué? Usaremos menos el coche hasta que llegue el coche eléctrico.


Nuestra sociedad depende de una manera brutal de la energía barata, y muy particularmente del petróleo. Aparte de los usos energéticos, el petróleo tiene múltiples aplicaciones, que van desde los plásticos hasta los pesticidas, pasando por los reactivos para los medicamentos. Pero incluso contando sólo con sus usos energéticos, dependemos enormemente del petróleo. Si la gasolina y el diésel suben demasiado, no es sólo que no tomaremos el coche, es que se hundirán las fábricas de coches, costará mucho más dinero distribuir alimentos y productos con camión, los precios de los billetes de avión, barco, tren, autocar, etc subirán muchísimo y caerá el turismo, costará más caro potabilizar el agua y el recibo de la electricidad, muchas fábricas tendrán que cerrar, etc. Como consecuencia de todo ello, la desocupación se disparará, justamente en el momento en que los ingresos de las administraciones caerán en picado por la caída de la actividad económica. Si nos toma sin prepararnos la situación puede acabar volviéndose caótica. Es el Oil Crash, es decir, la incapacidad de la sociedad a adaptarse a la falta del petróleo. Por cierto que el coche eléctrico es un bluf gigantesco. No habrá nunca una producción de coches eléctricos a gran escala.

En fin, no puede ser que la cosa sea tan grave. Al fin y al cabo, tenemos otras fuentes de energía, y al final estamos apostando fuerte por las renovables.


Respecto a las otras fuentes de energía no renovables, se tiene que decir primero que adaptar los motores existentes para que las puedan utilizar directamente implica un esfuerzo brutal para el cual no tenemos suficiente capital si lo quisiéramos hacer lo suficientemente rápido; nos llevaría décadas hacer la adaptación. En todo caso, estas otras fuentes están bastante agotadas: el gas natural llegará a su cenit hacia el 2025, pero como es difícil de transportar habrán problemas de falta se suministro regionalmente antes. El invierno pasado hubo cortes de suministro en el Reino Unido, Francia y Alemania, y se piensa que este año podrían reproducirse; a efectos prácticos, el cenit del gas llegará a Europa en 2015. En cuanto al carbón, estudios recientes avalan que el cenit de la energía producida por el carbón será en 2011 (hemos quemado primero el mejor carbón -antracitas- y nos van quedando los más malos -hullas, sub-bituminosos y lignitos). Y por lo que respecta al uranio, habrá un problema grave antes de 2013, ya que un tercio del consumo mundial actual proviene de reservas almacenadas hace décadas y están a punto de agotar, y en cuanto a su cenit (minería) podría ser tan pronto como 2015, y como muy tarde será en 2035, sin llegar nunca a cubrir los niveles de consumo de hoy en día. Se tiene que decir, además, que las actividades de minería consumen mucho petróleo y la falta de éste tendrá una grave repercusión sobre la disponibilidad tanto del gas como del carbón y el uranio.

En cuanto a las renovables, se tiene que entender que no hay nada que iguale la capacidad energética del petróleo. El petróleo se formó por la descomposición de algas marinas acumuladas durante millones de años, y después comprimidas con gran energía por las fuerzas que operan sobre la corteza terrestre. Un litro de petróleo contiene la energía que un hombre en buena forma física tardaría a producir 4 días y medio sin parar. Las renovables no dan para tanto. En España se consumen hoy en día de media 200 Gw de potencia energética total; para producir lo mismo con paneles fotovoltaicos tendríamos que recubrir enteramente dos provincias españolas, pero nos faltaría agua para limpiarlas y mantenerlas, todo lo cual hace inviable este despliegue. Por lo que respecta a la energía eólica, se tendría que recubrir España entera de aerogeneradores, demoliendo las ciudades incluso, para poder obtener esta potencia media. Además, estas fuentes son intermitentes, con lo que en un momento se puede tener excedentes y en otro no tener casi nada. Siendo realistas, haciendo un gran esfuerzo societario se podría cubrir alrededor de un 10% del consumo energético actual con renovables.

¿Y la electricidad? ¿Y el hidrógeno?


Ninguna de las dos son fuentes de energía, sino portadores (carriers) de energía. No son cosas que se encuentren en la naturaleza, que se puedan explotar en yacimientos o minas, sino que se generan a partir de otras fuentes de energía ya existentes y, encima, con cierta pérdida. Tienen interés por el uso que se les puede dar (la electricidad es muy versátil, el hidrógeno es muy transportable) pero se ha de tener la energía para generarlos en primer lugar.

¿Y qué hay del motor de agua? Dicen que el motor existe desde hace muchos años, pero que las petroleras lo esconden.


No ha habido, ni habrá nunca, un motor de agua. El agua es el producto de una combustión, de quemar hidrógeno; ya esta completamente quemado (oxidado) y no se puede aprovechar más. Pensar que habrá un motor de agua es como creer que habrá uno de ceniza.

Espérese un momento. No me puedo creer que de un problema tan grave ni tan siquiera se hable.


La realidad es que sí que se habla, y mucho. Aparte de las páginas web de asociaciones de especialistas (The Oil Drum, Energy Bulletin, ASPO, y la española Crisis Energética, entre muchas otras) resulta que el tema aparece con cierta frecuencia en los diarios, aunque no se le da prioridad en la agenda informativa. Un repaso rápido a las hemerotecas muestra que sólo durante el último año el tema del Peak Oil se ha discutido más de siete veces en La Vanguardia, y un par de veces, con artículos firmados por especialistas, en El País. Fuera de España la cobertura es intensa; por ejemplo, en el Reino Unido rara es la semana que The Guardian, The Independent o The Observer no sacan un artículo sobre el tema, y aunque en Francia y Alemana el perfil informativo es más bajo, el 1 de Septiembre de 2010 Der Spiegel sacó un artículo con una filtración de un informe del ejército alemán en el cual se habla del riesgo geoestratégico y para la democracia que supone el Peak Oil, y en el diario Le Monde hay algunos artículos más generales sobre el tema. Además, representantes de grandes grupos industriales, como ITPOES o la aseguradora Lloyd’s (la más grande del mundo) han sacado informes alertando de la situación actual.

Pero, entonces, no puede ser que nuestros políticos no hagan nada


Sí que hacen. En el parlamento británico hay una comisión permanente sobre Peak Oil, como también al Senado de los EE.UU.; el ministerio de energía británico ha organizado contactos con la industria para abordar el tema, etc. En España la reacción ha sido más tenue; aún así, Gaspar Llamazares depositó una pregunta al Gobierno de España, pendiente de respuesta, el pasado 23 de Junio. Sin embargo, hay en general el miedo de que si el tema trascendiese se podría causar pánico y los mercados se hundirían. Además, los grandes poderes económicos tienen intereses cruzados que hacen que sea más difícil la difusión.

Bueno, si los poderes del país ya se ocupan de la cuestión, ¿por qué tenemos que meternos nosotros?


La realidad es que el tempo político es más reactivo que proactivo, y la falta de rapidez compromete la eficacia de cualquier acción política a nivel estatal e incluso autonómico. Además, la falta de comprensión técnica de todas las vertientes del problema hace que se emprendan políticas contradictorias (se habla del futuro del coche eléctrico cuando es imposible, se dan ayudas a la industria del automóvil a pesar de estar condenada, se quitan las primas a las energía renovables porque hay sobre oferta de electricidad en este momento, etc). El problema del Oil Crash es que la transición puede ser demasiado rápida como para reaccionar a ella, y en el momento que se quiera hacer alguna cosa de verdad faltará tiempo y capital, con los problemas de endeudamiento que sufrimos actualmente. El informe Hirsch, que encargó la última administración Bush, advertía que hacían falta como mínimo veinte años para hacer las adaptaciones pertinentes a la llegada del Peak Oil. También advertía que si no se había hecho nada en el momento de la llegada del Peak Oil sería probablemente una catástrofe. Ésta es nuestra situación actual.

Es inverosímil, ¡¡no me lo puedo creer!!


Es una reacción normal. Tómese su tiempo y busque por usted mismo los datos, contrastándolos con sus medios de comunicación de preferencia. Verá que todos dan los mismos datos, y que los que hacen pronósticos optimistas son rápidamente desmentidos por la realidad. Tómese su tiempo y llegue a la verdad. Quizá esta página web le podrá ayudar: oilcrash.net.

De acuerdo, veo que posiblemente tiene usted razón, y que como mínimo hay un riesgo serio que se ha de mitigar. Pero, ¿qué puedo hacer yo desde mi pequeño alcance? ¿No lo tendrían que ser más bien los Gobiernos quienes lo hiciesen?


Los Gobiernos son prisioneros del día a día y de los grandes intereses económicos, y quieren creer que la actual situación es remontable. Confiar en la acción de los Gobiernos es lo que nos ha hecho perder 30 años, desde las grandes crisis petroleras de los años 70. Sólo que, en aquel momento, la falta de suministro se debía al embargo árabe primero, y la guerra de de Irán e Irak después, en tanto que ahora el problema viene de la falta de capacidad de producción suficiente.

Además, lo que se tiene que hacer se ha de hacer localmente. Faltando petróleo no volverán a venir herramientas, alimentos y mercancías de lejos. Todo se tiene que hacer desde una base local. Y aquí todos y cada uno tenemos un papel que desempeñar sobre nuestro entorno directo.

¿Qué hago, entonces?


La primera cosa es asegurar el suministro local de alimentos. Los alimentos se han de hacer crecer en las cercanías de su población, y si es preciso se ha de cultivar en las parcelas urbanas vacías. Se ha de asegurar que en la población haya suficiente gente con conocimientos y oficios para poder reparar y mantener infraestructuras básicas. Se ha de asegurar que cuando sea necesario habrá una producción local o de proximidad de aquellas mercancías necesarias para el día a día, desde hierros, piedras y ladrillos para la construcción y estructuras hasta piezas para motores sencillos, líneas de corriente eléctrica, etc. Se ha de asegurar que habrá un mínimo suministro eléctrico, y bombillas, calefactores, motores, etc que se puedan fabricar, mantener, reparar y reciclar localmente. Se ha de proponer un plan integral de reciclaje de materiales, los orgánicos para servir de abono de las tierras, y los inorgánicos para ser reutilizados en construcción, reparación y mantenimiento. Se ha de asegurar el suministro, potabilización y tratamiento del agua, ya que pequeños problemas en este apartado generen una alta mortalidad y morbilidad. Se ha de asegurar que nadie padece hambre y que los desempleados no se vuelvan excluidos sociales. Y en suma preparar a la sociedad para vivir con menos.

lunes, 29 de agosto de 2011

Documentales recomendados

No hay Mañana (There's No Tomorrow)


Es un documental animado de media hora de duración que afronta la problemática de la depleción de recursos, la energía y el crecimiento.
Inspirada en las caricaturas pro-capitalistas de la década del 40', el film es una introducción a los dilemas energéticos que enfrenta el mundo hoy. Es gratis y está disponible en youtube.


Incubate pictures




En un breve intervalo de tiempo habremos agotado las reservas de petróleo y gas natural insustituibles que se formaron hace 90 y 150 millones de años. A Crude Awakening es un documental que analiza el alarmante grado de dependencia petrolera de la humanidad, y muestra que dicha adicción a los combustibles fósiles ya está colisionando con los límites geológicos. Tiene la particularidad de que ninguno de los entrevistados posee una trayectoria ecologista ni se han destacado por su activismo social o ambiental, sino que la mayoría han estado estrechamente relacionados con mundo del petróleo, sus negocios y la política energética internacional. Participan además personalidades académicas, analistas financieros, y abogados. Se trata pues de visiones originadas precisamente en el mismo corazón del mundo desarrollado, y por parte de gente que ha podido darse cuenta de la descomunal envergadura del problema en el que estamos metidos, justamente desde adentro de su propio sistema de pensamiento. La conclusión casi unánime es que el grado de dependencia de los combustibles fósiles, representa actualmente el grado de vulnerabilidad de la civilización.

"El petróleo es nuestro dios. Lo mismo da si alguien dice que venera a Jesús, Buda, Alá o a quien sea. En realidad veneramos al petróleo"


La película está estructurada en una sucesión congruente y contrapuesta de las opiniones de los entrevistados, inclusive a veces llegando a conclusiones contradictorias entre sí. Los especialistas arriesgan sus pensamientos, convicciones, alternativas y proyecciones sobre las posibles consecuencias del declive energético, la creciente dificultad para continuar explotando el petróleo y sus derivados, y las posibles implicaciones catastróficas que este fenómeno nunca antes visto tendrá en la economía mundial.

"Si tienes un un vehículo familiar promedio, puedes meter de una a seis personas, llenar el baúl de cosas y recorrer dos kilómetros en unos minutos con 20 centavos. Pero si no tienes nafta y quieres negociar con quien tenga un carro de caballos o con alguien que vaya en bicicleta o que tire de un carro a pie, y le dices: -Oiga ¿Podría hacer un viaje de 2 kilómetros y llevarnos a mí, a mis amigos y nuestras valijas por 20 centavos? ¡Se reirían en tu cara!... El petróleo es tan barato y posee un contenido energético tan concentrado, que esencialmente es energía gratis"


A Crude Awakening es un documento imprescindible del presente que nos advierte de manera magistral y casi desesperada acerca de los grandes errores de la sociedad actual: la negación de que los combustibles fósiles no podrán continuar suministrando el combustible para sostener la economía, y la creencia de que descubriremos alguna otra clase de combustible sustituto cuando comiencen a escasear el petróleo y el gas natural.

El planteo de la película le devuelve la responsabilidad a la gente. Muestra que en general los gobiernos y los directivos de las corporaciones están bien informados del problema, y principalmente es el ciudadano común quien no quiere ver la realidad ni aceptar que muy pronto deberá bajarse para siempre de su automóvil y abandonar un estilo de vida basado en el derroche de energía. Es por lo tanto la propia gente la que exige políticas de crecimiento económico permanente, y jamás votaría un plan para el descenso energético. Los políticos aunque quisieran no podrían tomar medidas tan impopulares por su propia iniciativa, pues serían duramente criticados y combatidos. Por lo tanto, en esta encrucijada somos los propios ciudadanos quienes debemos dar el primer paso, y luego exigir a nuestros representantes que tomen las decisiones necesarias para fijar el rumbo hacia un entorno económico radicalmente más simple.


Todo esto sin ninguna duda representa un crudo despertar, una llamada urgente a la responsabilidad individual y la toma de conciencia colectiva. La película constituye una ayuda invalorable para dar a conocer las dimensiones del problema, y aceptar que la vida tal como la conocemos no podrá sostenerse por mucho más tiempo.




Blind Spot viene a ser algo así como un curso acelerado sobre los nuevos paradigmas que enfrenta nuestra especie, ante la gran anomalía planetaria denominada Pico del Petróleo y sus implicancias en el futuro de la humanidad. El director (nacido en México y radicado en Nueva York) Adolfo Doring, ha convocado para esta obra a una serie de especialistas de impecable y reconocida trayectoria en sus respectivas áreas profesionales y de investigación, quienes nos ofrecen en conjunto las piezas fundamentales para que el espectador pueda armar su propio mapa de la situación, sin intenciones de generar pánico ni alarmar, simplemente pintando el panorama tal cual es.

Es una muestra muy didáctica de los fuertes vínculos que existen entre nuestro consumo de energía, con la forma en que se maneja la economía, y el efecto que esto tiene para el medio ambiente, y por añadidura, para la superviviencia de la humanidad. Como punto de partida toma el escenario del inevitable e inminente declive en la producción de combustibles fósiles, demostrando que sólo hay dos caminos posibles: Si continuamos quemando combustibles fósiles nuestro ecosistema planetario se derrumba, y si dejamos de hacerlo lo que se derrumba es la economía global de la cual todos en mayor o menor medida dependemos. De esta manera, cualquier opción que tenemos de aquí en adelante, implica profundas transformaciones a nuestra manera de pensar la realidad, y nos enfrenta a la encrucijada de revisar todas nuestras creencias anteriores.

La intención principal de esta película es educar, informar, mostrar las diversas fuerzas interrelacionadas que están actuando precisamente ahora en el mundo a nuestro alrededor, y montados sobre ellas estamos viajando como especie hacia un precipicio de altura desconocida. La ecología y el ambientalismo han dejado de ser ya una cuestión de conciencia, para convertirse más bien en una cuestión de supervivencia, un nuevo enfoque crucial, que sin embargo la mayoría de las personas todavía persisten en no querer ver.

"¿Por qué no entendemos los aspectos ecológicos de nuestra situación y de la vida en general? ¿Es sólo porque estamos preocupados por nuestros intereses personales? ¿O es por algo más serio? Creo que son ambas cosas. Obviamente cuando subo al auto, enciendo el motor y piso el acelerador para ir a algún lado, la mayor parte del tiempo no pienso sobre todo el esfuerzo de aquella gente perforando pozos y extrayendo petróleo de las profundidades y embarcándolo hacia la refinería para producir naftas. Yo sólo pienso hacia donde voy, en el placer que obtendré, o en la compra que voy a hacer. Así las preocupaciones por las rutinas de la vida son por supuesto el mayor obstáculo para que la gente piense en estas cosas que son cada vez más importantes" [William Catton]


Como es natural, la temática del film gira en torno al escenario de extrema vulnerabilidad que padecen actualmente los Estados Unidos y países más desarrollados ante el inevitable escenario de descenso energético. Sin embargo, las implicancias de este fenómeno único en la historia de la humanidad serán globales, en función del mayor o menor grado de autosuficiencia que cada cultura y cada región pueda poner en práctica. Otro de los puntos fuertes del documental es que se basa en enfoques científicos y datos de la realidad, sin caer en presentaciones meramente emocionales, lo cual le adjudica al menos el mérito para ser tenido en cuenta y analizado con serenidad. La esperanza es que todo este contenido de datos pueda convertirse en puntos de debate y discusión en escuelas, universidades, y cualquier otro ámbito comunitario.

"Debemos mirar las cosas en términos aritméticos. Y lo interesante es que la aritmética, la ciencia, no son democráticas. Podemos votar ahora y decidir si existe o no el calentamiento global, y hacemos que nuestro voto dictamine si existe o no. Pero está sucediendo, lo votemos o no, y debemos comprender que con estas grandes cuestiones a la ciencia no le importa como vota la gente, sigue su propio camino y da respuesta a lo que hacemos, a la forma en que estamos insultando al medio ambiente. Y si no estabilizamos el crecimiento poblacional, la naturaleza lo hará." [Albert Bartlett]


Las impecables tomas aéreas y las imágenes del mundo en que vivimos se van sucediendo a la par de las explicaciones brindadas por ambientalistas, científicos, periodistas, educadores, psicólogos, escritores y activistas, en un equilibrado balance entre visión y palabras, que en muchos casos están fuertemente ligadas formando parte de un mismo mensaje compacto. Tampoco faltan algunas tomas de posición ideológicas bien definidas en algunos disertantes abiertamente críticos a la cultura dominante, tales como Derrick Jensen o David Korten.

"Hay una causa principal entre las causas profundas de la crisis en la que estamos. Es la historia de cómo la humanidad cambió desde las relaciones asociativas para organizarse, hacia las jerarquías de dominación. Cinco mil años atrás comenzamos a organizarnos por medio de estas estructuras jerárquicas, y cuando te organizas por esa clase de estructuras, tendrás pocas personas en la cúspide y muchas personas en la base. Hay enormes desigualdades entre ellos. Así se crea una gran competencia por las posiciones de poder. Y dentro de esa dinámica se hace imperativo mantener el sistema, para apropiarse de más y más recursos, para mantener esa estructura de dominación, para mantener las fuerzas militares, para mantener el orden, para mantener al clero, que diseña la ideología y la religión que legitima esas jerarquías de dominación. Y luego comienzas a darte cuenta que ese patrón está vigente desde hace 5.000 años, y evolucionó desde las ciudades-estado originales, luego con las naciones-estado, y ahora vemos la fusión entre las corporaciones y el poder del estado. Y todo para mantener esa jerarquía de dominación por la violencia. Por la extrema violencia" [David Korten]


Si tendríamos que resumir a esta película con una sola frase, podría decirse que se trata de un diagnóstico intensivo y de enfoque multidisciplinario para entender porqué estamos como estamos.


Del director nominado a los Premios de la Academia, Charles Ferguson (No End In Sight), llega Inside Job, la primera película que expone la terrible verdad sobre la crisis económica de 2008. El derrumbe financiero a nivel mundial, ha supuesto más de 20 billones de dólares en pérdidas y, como resultado, millones de personas han perdido sus casas y empleos. A través de una extensa investigación y de entrevistas con respetados expertos financieros, políticos y periodistas, Inside Job expone el auge de una industria deshonesta y desvela las corrosivas relaciones que han corrompido a los políticos, al reglamento regulador y a los académicos.

La sinopsis de Inside Job no engaña. Tal vez se pueda acusar al documental de nadar a favor de corriente, pero la crisis económica no deja lugar a dudas. Las agencias de calificación, bancos y demás poderes financieros manejan los hilos del planeta a su merced. Testimonios que ponen los pelos de punta. Sobre todo porque no es ficción, sino la cruda realidad. Interesante propuesta cinematográfica para darse de tortas con la cruda realidad que nos rodea. Precisamente por eso es aún más aterradora que cualquier cinta de ficción.



"Lo que han demostrado en el escenario es lo que estamos haciendo constantemente a nivel personal como a nivel público. Es la política de explotación de los ricos emplean contra los pobres. Esta es la razón por la cual mi abuelo [Mahatma Gandhi] dijo: "El materialismo y la moral tienen una relación inversa -, cuando una aumenta la otra disminuye." Si se me permite, me gustaría tener los videos como material de referencia para enseñar a los estudiantes acerca de la violencia económica en el mundo. Con buenos deseos. Le saluda atentamente, 

 


En 1996, en un documental llamado "Los Amos del Dinero", hicimos la pregunta de por qué los Estados Unidos estaban yendo a la quiebra. No estaba claro en ese entonces que ya lo estábamos, pero hoy sí. Ahora la pregunta es ¿cómo podemos salir de este lío?. ¿Qué está pasando con la economía mundial? Las ejecuciones hipotecarias se ven en todas partes, el desempleo está por las nubes - y esto sólo puede ser el comienzo. ¿Podría ser que las soluciones a los problemas económicos del mundo podría haber sido incorporado en el cuento más querido por los niños de todos los tiempos, "El Maravilloso Mago de Oz"? El camino de baldosas amarillas (el estándar de oro), la Ciudad Esmeralda de Oz (la moneda "greenback"), incluso las zapatillas de plata de Dorothy (cambiado de zapatillas de rubí para la versión de la película) fueron poderosos símbolos de la creencia autor L. Frank Baum, de que el pueblo - no los los grandes bancos - debe controlar la cantidad de dinero de una nación.




Documental de Jason Bernas en el que expone el Nuevo Orden Mundial basándose en las propias palabras de la élite, destapando no sólo cómo ésta ha conspirado en privado para crear un gobierno global dictatorial, sino también cómo ha informado de su agenda cientos de veces en público. El documental hace una retrospectiva del concepto de gobernanza global desde el manifiesto de Samuel Zane Batten (1919), pasando por la visión de Hitler, hasta llegar a la época actual, con la conspiración de personas como George H. W. Bush, David Rockefeller y Henry Kissinger. “Invisible empire” cataloga las principales empresas que financian la agenda, denuncia el tráfico de drogas controlado por el gobierno, las acciones de falsa bandera, fraudes bancarios y asesinatos apoyados por el estado. Todo ello tendría -según este documental- el objetivo de crear una esclavitud global en la que la población sería controlada por la élite.

Crítica de IMBD


miércoles, 24 de agosto de 2011

Por el déficit energético, cayó 22% el superávit comercial en la Argentina

En julio el saldo fue de 672 millones de dólares; las compras de combustibles no paran de crecer

Por Oliver Galak

El déficit energético volvió a impactar en julio sobre el superávit comercial, uno de los pilares del modelo económico desde 2002. La duplicación del gasto en importaciones de combustibles y lubricantes respecto del año pasado fue uno de los principales factores que erosionó el saldo de la balanza total, que cayó 22% a US$ 672 millones en la comparación interanual.

Las compras externas de energía, que hace cinco años significaban sólo el 5% de las importaciones argentinas, representan en lo que va del año el 14% de la canasta de bienes que el país debe adquirir al exterior. De hecho, en julio fueron el 20% de todas las importaciones y llegaron al segundo puesto (en 2006, estaban sextas y últimas), en la clasificación de las compras externas por uso. Esta cuenta fue engrosada, principalmente, por la importación de gas natural licuado (necesario para las operaciones de regasificación en Bahía Blanca y en Escobar), gasoil, fueloil (ambos para alimentar las usinas a las que no les llegó el gas) y energía eléctrica.

En paralelo, los productos vinculados con el sector energético en los que la Argentina tiene excedente (como petróleo crudo y carburantes) influyen cada vez menos en el total de exportaciones argentinas. Del 17% que representaban en 2006, cayeron hasta el 8% de participación en lo que va del año.

Según el informe de intercambio comercial argentino (ICA), difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en julio la Argentina realizó exportaciones por US$ 7317 millones, con un crecimiento interanual del 22 por ciento. Las importaciones crecieron 30% -una leve desaceleración de los meses previos, en los que subían al 38%- y totalizaron US$ 6645 millones.

Lo que permitió sostener el incremento de las exportaciones fue el aumento de 21% en los precios de la canasta de productos que vende la Argentina, ya que en cantidades hubo una módica expansión del uno por ciento. La soja y sus derivados (porotos, harina, pellets, aceites), autos, camiones, productos químicos, cereales, mineral de cobre y oro fueron algunos de los productos que se destacaron en la columna de las exportaciones.

Los precios de los productos importados, en cambio, crecieron 17%, y las cantidades, 11 por ciento. En el caso de los combustibles y lubricantes, el salto fue del 42% en cantidades y otro tanto en el precio. Además de los productos energéticos, se destacaron las importaciones de minerales de hierro, partes y accesorios para el complejo automotor y circuitos impresos con componentes eléctricos destinados a las plantas de ensamblaje de teléfonos y otros artículos electrónicos.

Mauricio Claverí, analista de la consultora Abeceb.com, estimó: "Este año vamos a estar bordeando los 3000 millones de déficit energético". En 2010, la balanza de este subsector todavía fue positiva en casi 2000 millones de dólares. De confirmarse esa cifra, representaría una importante carga para el superávit total de la balanza comercial, que este año cerraría entre los 8000 y los 9000 millones de dólares. "Por cómo viene hasta ahora, el superávit global podría llegar a los 9000 millones, pero como se terminó la época de las exportaciones fuertes, con la cosecha gruesa de la soja, ya pasaron los mejores meses y, probablemente, estemos cerrando en 8500 millones de superávit", completó Claverí.

Intercambio desigual

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó que "durante los primeros siete meses del año, por cada dólar exportado de combustible, se importó US$ 1,68, mientras que en el período enero-julio de 2010 por cada dólar estadounidense exportado de energía y combustibles, se importaron 74 centavos".

Por su parte, la consultora Economía y Regiones advirtió que, a pesar de la suba del precio de los granos (44% medidos en pesos) y el sostenimiento del nivel de producción, la recaudación por retenciones creció sólo 7,75 interanual. "La contracara de esta reducida performance de recaudación es un incremento en la acumulación de los stocks por motivos de resguardo de valor", sostiene el informe. Por segundo mes consecutivo, las manufacturas de origen industrial volvieron a superar a las de origen agropecuario en la canasta total de exportaciones, aunque en lo que va del año las primeras concentran el 33% de las ventas externas contra el 34% de las MOA. "La Argentina es el único país del Mercosur que no primarizó sus exportaciones", sostuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi, al comentar este dato. Debe consignarse que en la cuenta de exportaciones de origen industrial el Indec incluye tanto el biodiésel como el oro y otros metales preciosos, que en lo que va del año han aportado en conjunto 2400 millones de dólares a la balanza comercial.

sábado, 20 de agosto de 2011

Enviado de Obama, interesado en el desarrollo de biocombustibles

El subsecretario de Energía de los Estados Unidos, Daniel Ponemon, fue recibido ayer por el ministro de Planificación, Julio De Vido. El funcionario norteamericano quiso conocer los detalles de las energías alternativas.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, mantuvo ayer una reunión de trabajo con el subsecretario de Energía de los Estados Unidos, Daniel Poneman, quien se mostró interesado en el desarrollo de los biocombustibles.
Durante el encuentro, que se prolongó por más de una hora, los funcionarios repasaron temas vinculados a la integración bilateral, como energía nuclear, energías renovables, eficiencia energética y biocombustibles.
Al finalizar el encuentro, De Vido indicó: “Fue muy fructífero, tenemos por delante una amplia agenda para trabajar, sobre todo en las áreas de biocombustibles y energías renovables” y agregó: “Desde hace un año y medio estamos trabajando con los Estados Unidos para aumentar la cooperación en materia de energía”.
Argentina y los Estados Unidos subscribieron un memorándum de entendimiento para la “Cooperación en Energías Limpias” en abril de 2010 en Washington, en ocasión de la participación de la presidente Cristina Kirchner de la Cumbre de Seguridad Nuclear.
En dicho documento se creó el Grupo Binacional de Energía (en inglés, Binational Energy Working Group), donde se identificaron tres áreas de cooperación: energías renovables, eficiencia energética y cooperación en energía nuclear para usos pacíficos.
De esas tres áreas surgieron cuatro temas: extensión de vida útil de equipamiento nuclear, eficiencia en energías renovables, integración de las energías renovables en la red eléctrica, con especial énfasis en la energía eólica y organización de redes inteligentes.
A partir del encuentro de ayer, también se acordó incorporar a esa agenda los biocombustibles, de gran desarrollo en nuestro país, y el gas no convencional (shale y tight gas) dados los grandes avances que han logrado los Estados Unidos en los últimos tiempos y el gran potencial que tiene nuestro país. 
El secretario de Energía, Daniel Cameron; el director del Departamento de Energía de la Oficina de las Américas, Gary Ward y la embajadora de los EEUU en Argentina, Vilma Martínez, fueron entre otros los participantes de la reunión.




Fuente: Infobae



miércoles, 17 de agosto de 2011

Críticas al "capitalismo de amigos" - Duro diagnóstico sobre el sector energético

Ex secretarios de Energía cuestionaron el contrato con Qatar y las licitaciones de varias obras.

La cita estaba planteada como la presentación de "la verdadera situación energética que encontrará el nuevo gobierno", pero terminó siendo otra cosa. "Después de lo que pasó el domingo, habría que cambiar el título, ¿no?", ironizó Emilio Apud, uno de los ocho ex secretarios de Energía de la Nación que elaboraron el diagnóstico presentado ayer en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Preocupante caída de las reservas de petróleo y de gas, descenso de la inversión, crecimiento descontrolado de subsidios que benefician a los que más tienen, pérdida del autoabastecimiento y fuerte déficit de la balanza comercial energética fueron algunos de los factores que repasaron Apud, Daniel Montamat, Jorge Lapeña, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Alieto Guadagni y Raúl Olocco (Roberto Echarte, que también integra el grupo que ya elaboró siete documentos, no pudo concurrir). Pero las críticas más picantes surgieron cuando los especialistas denunciaron la consolidación de un "capitalismo de amigos", que ha provocado sobreprecios en varias obras del sector, y cuestionaron el millonario acuerdo firmado con Qatar para importar gas natural licuado (GNL).

"El capitalismo de amigos favorece la concesión de servicios y obras a gente que tiene afinidad [con el Gobierno], pero que no necesariamente tiene conocimiento del sector", señaló Apud, y mencionó los casos del ingreso del Grupo Petersen en YPF y de la transferencia de Edenor a Pampa Energía.
Guadagni también cuestionó a "la empresa australiana" (en referencia a Petersen, la subsidiaria mediante la cual la familia Eskenazi ingresó en YPF) por impulsar el reparto de dividendos y profundizar así la caída de las reservas comprobadas de la compañía. Según contó, empresas como Exxon, Shell, Petrobras y Total reparten solamente entre el 25 y el 30 por ciento de sus ganancias "porque necesitan los recursos para explorar, pero en este período YPF repartió 144 por ciento".

Recordó además que la provincia de Santa Cruz licitó 14 áreas petroleras y dejó afuera a todas las compañías con experiencia para repartirlas entre Lázaro Báez y Cristóbal López, dos empresarios a los "que les da lo mismo invertir en el juego, la construcción, los medios o el petróleo".
Aráoz, por su parte, se centró en el acuerdo que compromete a la Argentina a importar 100 millones de toneladas de GNL de Qatar durante un lapso de 20 años (de 2014 a 2034) y que, según afirmó, estuvo hecho para que "los hermanos Cirigliano sean los intermediarios de este negocio". Denunció que el acuerdo se hizo de forma poco transparente, sin estudios de factibilidad y sin licitación. "Hipoteca la vida de cinco presidentes futuros", dijo, y reclamó una investigación de la Auditoría General de la Nación.

Sobre la base de información publicada por medios de Medio Oriente, Aráoz estimó que -a valores actuales- el precio acordado sería de 16,8 dólares el millón de BTU, "un 52% más caro de lo que se paga actualmente por la importación para las plantas de Bahía Blanca y Escobar". En total, se están comprometiendo recursos por US$ 50.000 millones, con los cuales -explicó- "se podrían hacer 10 trenes balas, o 10.000 kilómetros de autopistas, o duplicar el nivel de reservas". 

Sin eco en las urnas
Los ex secretarios, que integraron los gobiernos de Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, contaron que pidieron una audiencia con la presidenta Cristina Kirchner, que nunca les fue concedida. Recibieron mejor recepción por parte de los candidatos opositores, pero -como reconocieron ayer- "este tema no reditúa políticamente": ni Duhalde ni Ricardo Alfonsín pudieron llegar siquiera al 13 por ciento de los votos.
El de los subsidios fue otro de los temas criticados. "Las tarifas congeladas favorecen a las clases de mayores ingresos", sostuvo Devoto. Como sus pares, exigió una salida gradual y selectiva (con tarifa social) del actual esquema de precios. Montamat estimó que este año el Estado deberá destinar casi 50.000 millones de pesos sólo en subsidios al sector energético. "Estos subsidios se están financiando con emisión monetaria. Por un lado le mantenemos [a la gente] las tarifas congeladas; por el otro, le depreciamos el salario con mayor inflación", ironizó.




jueves, 4 de agosto de 2011

Las cinco etapas del colapso

Por Dmitry Orlov

Traducción al castellano: Martín Arseniev



Elizabeth Kübler-Ross definió las cinco etapas para sobrellevar el dolor y la tragedia; ellas son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, y lo ha aplicado con bastante éxito a las diversas formas de pérdidas personales catastróficas, como la muerte de un ser querido, o un repentino despido laboral, y así sucesivamente.

Varios pensadores, sobre todo James Howard Kunstler, y, más recientemente, John Michael Greer, han señalado que el modelo de Kübler-Ross es también aterradoramente preciso al reflejar el proceso por el cual la sociedad en su conjunto (o al menos las partes informadas y pensantes de ella) están reconciliándose con la idea de la inevitabilidad de un futuro discontinuo, con nuestras instituciones y sistemas de soporte vital socavadas por una combinación de agotamiento de los recursos, el catastrófico cambio climático, y la impotencia política. Pero hasta ahora, poco se ha dicho específicamente sobre la estructura más fina de estas discontinuidades. En cambio, se encuentran reiteradamente juicios subjetivos, que van desde "una recesión severa y prolongada" (la predicción que más a menudo leemos en la prensa financiera), a Kunstler y su libro "La Larga Emergencia", a la siempre popular "El colapso de La civilización occidental ", pintado con una cada vez más amplia pincelada.

Para aquellos de nosotros que ya hemos pasado por todas las etapas emocionales de reconciliarnos con la perspectiva de la agitación social y económica, podría ser útil contar con una terminología más precisa que va más allá de tales frases cargadas de emoción. La definición de una taxonomía de los colapsos podría llegar a ser algo más que un ejercicio intelectual: en base a nuestras capacidades y circunstancias, algunos de nosotros podemos ser capaces de planificar específicamente para una determinada fase del colapso como una medida temporal, o incluso un permanente punto de parada.

Incluso si la sociedad en la etapa actual de la complejidad socio-económico ya no será posible, e incluso si, como señala Tainter en su libro "El colapso de las sociedades complejas," hay circunstancias en las que el colapso pasa a ser la respuesta de adaptación correcta, no es necesario de forma automática causar un desplome de la población, con los sobrevivientes de la disolución en solitario, los seres humanos dispersos en el desierto y subsistiendo miserablemente. El colapso puede ser concebido como una retirada ordenada y organizada en vez de una derrota.

Por ejemplo, el colapso de la Unión Soviética - nuestro más reciente y mi ejemplo favorito de un colapso imperial - no llegó al punto de la desintegración política de las repúblicas que lo inventó, aunque algunos de ellos (Georgia, Moldavia) perdieron parte de su territorio a los movimientos separatistas. Y aunque la mayor parte de la economía estuvo deprimida por un tiempo, muchas instituciones, incluyendo la administración pública y las fuerzas armadas, siguieron funcionando en todo momento. Y aunque se produjo una dislocación social y hubo mucho sufrimiento, la sociedad en su conjunto no se derrumbó, porque la mayoría de la población no perdió el acceso a la alimentación, vivienda, medicina, o de cualquiera de las necesidades de supervivencia.

La estructura de mando y control de la economía soviética desacoplaba ampliamente las necesidades de la vida cotidiana de cualquier elemento de la psicología del mercado, sustituyéndola por flujos físicos de energía y el acceso físico a los recursos. Esta situación, como argumento en mi libro de próxima aparición, Reinventing Collapse, permitió que la población soviética alcanzase inadvertidamente un mayor nivel de preparación que en la actualidad posee los Estados Unidos ante el colapso.

Después de haber dado muchas vueltas a las diferencias y las similitudes entre las dos superpotencias - la que ya se ha derrumbado, y la que se está derrumbando mientras escribo esto - me siento preparado para intentar una audaz conjetura, y definir las cinco etapas de la colapso, para servir como puntos de referencia mentales mientras determinamos nuestro propio grado de preparación ante el colapso y ver qué se puede hacer para mejorarlo.

En lugar de vincular cada fase a una emoción particular, como en el modelo Kübler-Ross, la taxonomía propuesta enlaza cada una de las cinco etapas del colapso al quiebre de un determinado nivel de confianza, o la fe, en el status quo. Aunque en cada etapa se producen cambios físicos y observables en el medio ambiente, estos pueden ser graduales, mientras que el cambio de mentalidad suele ser bastante veloz. Es una especie de cultura universal en la cual nadie (sólo un verdadero tonto) quiere ser el último tonto en creer en una mentira.

Etapas del colapso

Etapa 1: Colapso financiero. La fe en el curso normal de las actividades financieras se ha perdido. El futuro ya no se asume que parecerá al pasado, de manera que permita que el riesgo sea evaluado y los activos financieros garantizados. Las instituciones financieras se tornan insolventes, los ahorros son eliminados, y el acceso al capital se pierde.

Etapa 2: Colapso comercial. La fe en que "el mercado proveerá" se ha perdido. El dinero se devalúa y / o escasea, las mercancías se acaparan, las importaciones y las cadenas minoristas se rompen, y una gran escasez de necesidades de supervivencia se convierte en la norma.

Etapa 3: El colapso político. La fe que "el gobierno se encargará de vos" se ha perdido. Como los intentos oficiales para mitigar la pérdida generalizada de acceso a fuentes comerciales de las necesidades de supervivencia no pueden hacer una diferencia, la clase política pierde legitimidad y relevancia.

Etapa 4: Colapso social. La fe en que "tu gente se encargará de vos" se ha perdido, mientras las instituciones sociales locales, ya sean obras de caridad u otros grupos que se apresuran a llenar el vacío de poder se quedan sin recursos o se derrumban ante el conflicto interno.

Fase 5: Colapso cultural. La fe en la bondad de la humanidad está perdida. La gente pierde su capacidad de "benevolencia, bondad, consideración, cariño, honestidad, hospitalidad, compasión, caridad" (Turnbull, La Gente de Montaña). Las familias se disuelven y compiten como individuos por los escasos recursos remanentes. El nuevo lema se convierte en "usted puede morir hoy para que yo me muera mañana" (Solzhenitsyn, Archipiélago Gulag). Puede haber incluso algo de canibalismo.

Aunque muchas personas se imaginan el colapso como una especie de ascensor que va al sótano (nuestra etapa 5), ​​no importando qué botón se presione, no existe un mecanismo automático que se pueda discernir. Por el contrario, para conducirnos a todos a la fase 5, será necesario un esfuerzo coordinado en cada una de las etapas intermedias. Que todos los jugadores parezcan estar dispuestos a hacer ese esfuerzo tal vez pueda dar a este colapso la forma de una tragedia clásica - una marcha consciente pero inexorable a la perdición - más que a una farsa. ¡Uy! ¡Ah, aquí estamos, la fase 5" - "Así que, ¿a quién comemos primero?" - "¡A mí! ¡Soy delicioso!"). Vamos a esbozar este proceso.

El colapso financiero, que estamos observando actualmente, consta de dos partes. Una de ellas es que una parte de la población en general se ve obligada a mudarse, ya que no puede pagar la casa que compraron sobre la base de las tasaciones infladas, los números de ingresos fraguados, y las tontas expectativas de inflación de activos sin fin. Ya que, técnicamente, no deberían haber sido autorizados a comprar estas casas, y sólo fueron capaces de hacerlo debido a la mala conducta financiera y política, esto es en realidad un desarrollo saludable. La segunda parte consta de hombres en trajes caros lanzando paquetes de papeles en el aire que repentinamente carecen de valor, arrancándose lo que les queda de cabello, y (lo que algunos de nosotros sin piedad podríamos esperar) ajustándose a las medidas de la Reserva Federal. Ellos, para expresarse en su propia lengua vernácula, "están cagados", así que esto es también como debe ser.

La respuesta del gobierno a este problema podría ser la de ofrecer algunas homilías útiles acerca de "la paga del pecado", abrir unos comedores y algunos alojamientos transitorios en una variedad de sitios, incluyendo Wall Street. El mensaje sería: "Ustedes ex adictos a la deuda y jugadores empedernidos, como ustedes dicen, "es una cagada". Nunca los dejaremos cerca de grandes sumas de dinero nuevamente. Vengan ustedes a la cocina, háganse la sopa, y traigan sus propios platos, porque nosotros no los lavamos". Esto daría lugar a una estable primera etapa del colapso - la Segunda Gran Depresión.
 
Sin embargo, es poco probable, ya que en los EE.UU. el gobierno es un adicto a la deuda y el jugador empedernido número uno. Como individuos, podríamos haber sido tan virtuosos como quisiéramos, pero el gobierno todavía tendrá que endeudarse exorbitantemente en nuestro nombre. Cada nivel de gobierno, desde los municipios y autoridades locales, que necesitan los mercados financieros para financiar sus obras públicas y servicios públicos, hasta el gobierno federal, que se basa en la inversión extranjera para financiar sus guerras sin fin, es adicto a la deuda pública. Ellos saben que no pueden dejar de endeudarse, por lo que van a hacer todo lo posible para mantener el juego durante el mayor tiempo posible.La única cosa que el gobierno actualmente parece estar en condiciones de hacer es extender más crédito a los que tienen problemas, mediante el establecimiento de las tasas de interés muy por debajo de la inflación, al aceptar trozos de papel sin valor como garantía y por inyectar dinero en las instituciones financieras insolventes. Esto tiene el efecto de diluir el dólar, debilitando aún más su valor, y, en su momento, dará lugar a la hiperinflación, que es bastante malo en cualquier economía, pero es especialmente grave en una dominada por las importaciones. A medida que las importaciones se evaporan y los componentes asociados de la economía terminan cerrando, se pasa a la segunda etapa: el colapso comercial.

Conforme los negocios vayan cerrándose, los escaparates serán tapiados, la población se quedará sin dinero y en gran medida dependerá de la FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de los EEUU) y de la caridad para sobrevivir, el gobierno entonces podría considerar qué hacer a continuación. Se podría, por ejemplo, repatriar a todas las tropas extranjeras y ponerlos a trabajar en proyectos de obras públicas destinadas a ayudar directamente a la población. Se podría promover la autosuficiencia económica local, mediante el establecimiento de programas agrícolas respaldados por la comunidad, construyendo sistemas de energía renovable, y se podría organizar la formación local de grupos de autodefensa para mantener la ley y el orden. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército podría demoler edificios construidos en tierras de cultivo alrededor de los centros antiguos de las ciudades, devolver tierras al cultivo, y construir sistemas de calefacción en base a energía solar en los centros urbanos para reasentar a los desplazados. En el ínterin, se podría reducir la falta de vivienda mediante la imposición de un impuesto fuerte sobre las propiedades residenciales deshabitadas y canalizar los fondos en subsidios de alquiler para los indigentes. Con mucha suerte, estas medidas pueden ser capaces de invertir la tendencia, previendo con el tiempo la restauración de la condiciones previas a la Etapa 2.

Esto puede o no ser un buen plan, pero en cualquier caso, es poco realista, porque los Estados Unidos, que están endeudados profundamente, se verán obligados a acceder a los deseos de sus acreedores extranjeros, que poseen una gran cantidad de bienes nacionales (tierras, edificios y empresas) y que preferirían ver a la población estadounidense trabajando como bestias de carga para pagar la deuda en vez de que sea autosuficiente, olvidando convenientemente que han hipotecado el futuro de sus hijos para pagar los fiascos militares, grandes casas, grandes coches, y pantallas planas de televisión. Por lo tanto, un escenario mucho más probable es que el gobierno federal (a sabiendas de quienes son los que lo solventa) seguirá siendo subordinado a intereses financieros extranjeros. Se impondrán condiciones de austeridad, se mantendrá la ley y el orden a través de medios draconianos, y se facilitará la construcción de ciudades industriales y proyectos agrícolas de propiedad extranjera. Conforme la gente empieze a pensar en que tener un gobierno no es una buena idea, las condiciones madurarán hasta llegar a la etapa 3.
Si la etapa 1 del colapso puede ser observada por televisión, la observación de la etapa 2 podría requerir de una caminata o un paseo en bicicleta hasta el centro poblado más cercano, mientras que la etapa 3 del colapso es más que probable que sea visible directamente a través de la propia ventana de la sala de estar, que todavía puede o no tener vidrio en su interior. Después de una gran cantidad de derramamiento de sangre, gran parte del país se convierte en una zona prohibida para las autoridades restantes. Los acreedores extranjeros deciden que sus deudas podrían no ser pagadas después de todo, reducir sus pérdidas y salir a toda prisa. El resto del mundo decide a actuar como si no hay ningún lugar como Estados Unidos - porque "nadie va allí nunca más." A fin de no perder en el valor de entretenimiento, la prensa extranjera sigue imprimiendo fábulas esporádicas acerca de los estadounidenses que comen a sus más jóvenes, como lo hicieron de Rusia tras el colapso soviético. Algunos valientes expatriados estadounidenses que todavía vuelven a visitar los EEUU traen historias increíbles un poco diferentes, pero todo el mundo los consideran excéntricos y quizás un poco locos.
 
La etapa 3 del colapso se puede evitar mediante la oportuna introducción de fuerzas de paz internacionales y a través de los esfuerzos de las ONG humanitarias internacionales. En el caso de llegar a la etapa 2 del colapso, es muy poco probable que las autoridades nacionales tengan los recursos ni la legitimidad, o incluso la voluntad, para detener la dinámica del colapso reconstituyéndose en una forma que la población las acepte. 

A medida que la etapa 3 del colapso sigue su curso, el vacío de poder dejado por los difuntos gobiernos nacional, provinciales y municipales, se llena con una variedad de nuevas estructuras de poder. Los remanentes de las fuerzas de seguridad, las pandillas urbanas, las mafias étnicas, los cultos religiosos y los ricos propietarios de tierras hacen el intento de construir sus pequeños imperios sobre las ruinas del grande, luchan entre sí por el territorio y el acceso a los recursos. Esta es la era de los grandes hombres: líderes carismáticos, agitadores, despiadados príncipes maquiavélicos y señores de la guerra. En los lugares con más suerte, se encuentran en su propio beneficio común poner en común sus recursos y se fusionan en una especie de gobierno local legítimo, mientras que en el resto de los lugares sus rencillas por el poder conducen a un espiral de conflicto y de guerra abierta. 

La etapa 4 del colapso se produce cuando la sociedad se vuelve tan desordenada y pobre que ya no puede soportar a los grandes hombres, quienes se vuelven cada vez más pequeños y, eventualmente, desaparecen de la vista. La sociedad se fragmenta en familias extensas y en pequeñas tribus de al menos una docena de familias, quienes encuentran ventajas en unirse para el apoyo mutuo y la defensa. Esta es la forma de sociedad que ha existido en el 98,5% del tiempo de su existencia como especie biológica, y puede decirse que es el fundamento de la existencia humana. Los seres humanos pueden existir en este nivel de organización por miles, quizá millones de años. La mayoría de las especies de mamíferos se extinguieron después de sólo unos pocos millones de años, pero, por lo que sabemos, el Homo Sapiens todavía tiene para sobrevivir uno o dos millones de años más. 

Si la sociedad del pre-colapso es demasiado atomizada,  alienada e individualista como para formar familias extensas y tribus de forma cohesiva, o si su entorno físico se vuelve tan desordenado y pobre que la hambruna se generaliza, a continuación, la etapa 5 del colapso se torna probable. En esta etapa, un imperativo biológico más simple se hace cargo, para preservar la vida de las parejas en capacidad de procrear. Las familias se disuelven, los viejos son abandonados a su suerte, y los niños son cuidados sólo hasta los 3 años. Toda unidad social es destruida, e incluso las parejas se pueden disolver por un tiempo, prefiriendo buscar comida por su cuenta y negándose a compartirla. Este es el estado de la sociedad descrita por el antropólogo Colin Turnbull en su libro "The Mountain People" (La Gente de la Montaña). Si la sociedad antes de la etapa 5 del colapso puede decirse que es la norma histórica para los seres humanos, la etapa 5 del colapso lleva a la humanidad al borde de la extinción física. 

Como podemos imaginar, la falla supone un fracaso en cascada: cada etapa del colapso puede conducir fácilmente a la siguiente, tal vez incluso se superponen. En Rusia, el proceso fue detenido pasado sólo la etapa 3: hubo un problema considerable con las mafias étnicas e incluso algunos señores de la guerra, pero la autoridad del gobierno al final se impuso. En otros escritos, voy a meterme en un montón de detalles en la descripción de las condiciones exactas que inadvertidamente convirtieron a la sociedad rusa relativamente a prueba de un colapso. Aquí, me limitaré a decir que estos ingredientes no están presentes en los Estados Unidos. 

Mientras que intentar detener el colapso en las etapas 1 y 2 probablemente sería una peligrosa pérdida de energía, es posiblemente valioso que todo el mundo se enfrente al colapso en la etapa 3, sin duda en la etapa 4, y es simplemente una cuestión de supervivencia física evitar la Etapa 5. En ciertas localidades - aquellas con alta densidad de población, así como aquellas que contienen peligrosas instalaciones nucleares e industriales - evitar la etapa 3 del colapso es bastante importante, para no invitar a gobiernos y tropas extranjeras a mantener el orden y evitar desastres. Otras localidades puedan prosperar indefinidamente en la etapa 3, e incluso los entornos más pobres pueden ser capaces de soportar una baja densidad de población subsistiendo indefinidamente en la etapa 4. 


A pesar de que es posible prepararse directamente para sobrevivir a la etapa 5, esto parece ser algo muy desmoralizante de intentar. Prepararse para sobrevivir a las etapas 3 y 4 puede parecer algo más razonable, mientras que prepararse de forma explícita para la etapa 3, puede ser razonable si tu plan es convertirte en uno de los grandes hombres. Sea como sea, tengo que dejar los preparativos como un ejercicio para el lector. Mi esperanza es que estas definiciones de las etapas específicas del colapso permitirán una discusión más específica y fructífera que la que actualmente es dominada por términos tan vagos y sin sentido en última instancia, como "el colapso de la civilización occidental".



Fuente: Club Orlov


martes, 2 de agosto de 2011

La crisis petrolera será mundial

Víctor Bronstein
Profesor e investigador, UBA

Cuando miramos al mundo, su desarrollo, su crecimiento, sus avances tecnológicos, sus procesos de integración y sus conflictos vemos que toda esta dinámica está sustentada en el petróleo. El petróleo ha modelado nuestra civilización transformando las ideas sobre economía, desarrollo social e innovación tecnológica, y abrió las posibilidades a crear mejores condiciones de vida. Hoy, la energía que alimenta nuestros dispositivos tecnológicos es derivada de los hidrocarburos - petróleo y gas -. La energía que hace nuestro trabajo es derivada de los hidrocarburos. La energía que ilumina nuestras casas, que mueve el transporte y que genera la electricidad es principalmente proveniente de los hidrocarburos. Todos los plásticos que nos rodean en miles de objetos cotidianos derivan de los hidrocarburos. La producción mundial de alimentos que permite alimentar a más de 6.400 millones de personas se basa en fertilizantes hechos a base de hidrocarburos y fumigados con pesticidas fabricados también a base de hidrocarburos. En la medida que nuestros sistemas económicos y nuestra cultura dependen de los consumos energéticos y en la medida que el petróleo proporciona más del 40% de la energía total consumida y el 90% de la utilizada en transportes, puede entenderse que todo lo que gira en torno al petróleo esté condicionando la dinámica política de nuestro Planeta. Estamos viviendo en la era del petróleo.
¿Podemos imaginarnos un mundo sin petróleo, sobrevivirá nuestra civilización cuando el petróleo comience a escasear? ¿Existen formas alternativas de energía?
Según las estimaciones de British Petroleum queda petróleo para un poco más de 40 años, con lo cual las preguntas planteadas más arriba pueden quedar para una discusión de filosofía política que excede el objetivo de esta nota. Sin embargo, deberían enmarcar el debate sobre el problema energético actual de nuestro país, ya que si bien estamos lejos del agotamiento de petróleo el mundo está llegando al “peak oil” o punto de máxima producción postulado por M. K. Hubbert en 1956. Según varios especialistas internacionales nuestro país ya ha alcanzado ese punto en 1998 y el mundo está llegando a ese pico. Es decir, estamos condenados por la geología a producir cada vez menos petróleo, aunque aumentemos las tarifas y las inversiones.
En general, los economistas tienden a simplificar la problemática energética a cuestiones de mercado, inversiones y tecnología. Pareciera ser que no conocen los principios de la termodinámica y descreen de las leyes de la naturaleza y de nuestra dependencia de los recursos naturales.



Robert Solow, Premio Nobel de Economía por sus teorías sobre el crecimiento, aseguró que, llegado el caso, “el mundo podría, en efecto, arreglárselas sin recursos naturales”. Cuesta imaginarse la vida y la sociedad en un mundo sin aire, sin agua y sin energía. Milton Friedman, también Premio Nobel y padre de la liberal Escuela de Chicago, sostuvo en un reportaje: “...Supongamos que el petróleo escaseara: el precio subiría y la gente comenzaría a usar otras fuentes de energía. En un sistema adecuado de precios, el mercado puede hacerse cargo del problema.” Pero obviamente, Friedman no se preocupó por definir cuáles son esas fuentes de energía. Es el pensamiento mágico de muchos economistas acostumbrados al creacionismo: crear valor, crear moneda, crear mercados, crear productos. Pero, ¿cómo se crea energía?
Lo mismo puede decirse del discurso político donde el crecimiento se plantea como algo obvio. Cuanto más grande sea el crecimiento, menores serán los problemas económicos, sociales y políticos. En la opinión generalizada de los sociólogos y politólogos, el crecimiento aumenta el empleo y, por consiguiente, los ingresos y la recaudación tributaria y contribuye a la superación y solución de los conflictos sociales. Facilita además el financiamiento de la ayuda al desarrollo o permite implementar las normas ambientales. El desempeño de las economías nacionales se mide con base en el crecimiento, al igual que la idoneidad de la política de gobierno. Pero el problema es que el crecimiento se sustenta en mayor consumo de energía, fundamentalmente hidrocarburos. Estados Unidos tiene el 4,7% de la población mundial y consume el 24, 4% de la energía del Planeta. Si todos alcanzáramos ese crecimiento el planeta colapsaría.

El capitalismo es un sistema que se sustenta en un crecimiento ilimitado, pero cómo compatibilizar esta necesidad con la finitud de los recursos naturales es una problemática todavía sin respuesta.

Actualmente, la producción mundial de petróleo es de 84 millones de barriles diarios y ha crecido en los últimos años de manera constante, fundamentalmente por el crecimiento sostenido de China, e India en menor medida. China ha pasado en pocos años de ser un país exportador a convertirse en el segundo importador de petróleo detrás de Estados Unidos.
En los últimos 30 años el mundo ha encontrado menos petróleo del que ha consumido. El descubrimiento de nuevos yacimientos alcanzó su pico en 1964. Se calcula que cerca de 50 países, entre los cuales se encuentra Argentina, ya han alcanzado su pico y por lo tanto producirán cada vez menos petróleo, incluyendo a Estados Unidos y el Mar del Norte. Es decir, el agotamiento de las reservas no es sólo un problema de nuestro país.
Comparado con 2004, la producción mundial creció 0,8% en 2005, mientras que la demanda en el mismo período creció cerca del 3%. Los altos precios no lograron extraer más petróleo de nuestro único mundo, es decir la baja en la producción no se da sólo en Argentina.
Globalmente, la producción de gas también alcanzará su pico dentro de algunas décadas, aunque es posible que Estados Unidos ya lo haya alcanzado.
Cuando se plantea que el petróleo será reemplazado por otro tipos de energía, se debe evaluar el EROEI (Energy Return on Energy Investement) o energía neta. Una de las razones por las cuales nuestra economía usa cada vez más cantidades de petróleo es precisamente porque el petróleo tiene comparativamente un alto EROEI. No hay otra fuente de energía que contenga tanta energía por unidad de volumen y de peso
Por el contrario, ciertas energías alternativas como células fotovoltaicas y la mayoría de los métodos industriales para producir biodiesel o bioetanol tienen un EROEI menor que uno o apenas superior. Esto significa que si consideramos todos los factores, la energía neta es muy pequeña o incluso debemos invertir más energía de la que obtenemos. El hidrógeno, promocionado como la solución mágica al problema energético, no es en realidad una fuente de energía sino un transportador de energía, como lo es la electricidad. El hidrógeno no se encuentra libre en la naturaleza. Actualmente, para producirlo se necesita utilizar una fuente de energía, como la nuclear, con lo cual su energía neta sigue siendo negativa. Las células de combustible son todavía una quimera. Algunas alternativas de energías renovables como la eólica o hidroeléctrica tienen un mejor EROEI, pero su expansión potencial todavía está limitada por factores físicos. A pesar de ciertas combinaciones, no es posible todavía obtener energía suficiente de fuentes renovables para satisfacer la demanda actual. La infraestructura para energías alternativas requiere de grandes inversiones y mucho tiempo, en la escala de décadas, para que su implementación se difunda. Hoy, por ejemplo, la energía solar genera menos del uno por ciento de la electricidad de EE. UU. La esperanza es que alcance el ¡dos por ciento en 2025!
A diferencia de otras crisis petroleras, como las de 1973 provocado por el embargo de los países árabes a los países que apoyaron a Israel y la de 1979 debido a la guerra entre Irán e Irak, la crisis petrolera que se avecina no es fruto de la política sino de la geología y de las leyes de la naturaleza.
En este contexto, la incorporación de Venezuela al Mercosur es una excelente noticia que no se la ha valorado en toda su dimensión.
A partir del “peak oil” estamos entrando en la segunda fase de la era del petróleo y, en esta etapa de escasez, es bueno entrar abrazado a un país petrolero.


Fuente: Ceepys