Recibirá 24.000 millones de pesos de la partida de 36.535 millones con que el Tesoro sostendrá a 30 compañías; será para financiar compras de gasoil, fuel oil y gas natural licuado.
El lastre que los subsidios a la energía representan para las cuentas públicas será aún más pesado el año próximo. Y una parte sustancial de ese contrapeso se concentrará en una sola empresa: Enarsa.
La compañía, surgida de la inspiración del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para convertirse en testigo del Estado en el sector energético y uno de los feudos que conserva el ministro de Planificación, Julio De Vido,
para amortiguar problemas derivados de la crisis de ese sector,
recibirá en 2014 casi dos de cada tres pesos que el Gobierno destine al
sostenimiento de las empresas públicas, una constelación compuesta por
30 compañías.
En otros términos: está previsto que Enarsa reciba
24.000 millones de pesos sobre un total de $ 36.535 millones con los que
el Tesoro nacional asistirá a las compañías públicas, según los números
del proyecto de presupuesto para el año próximo que figura en el
mensaje de remisión que el Ejecutivo le envió al Congreso y fue aprobado
la semana pasada.
El año próximo, además, las transferencias del Estado
hacia Enarsa serán sensiblemente superiores a los $ 12.500 millones que,
a esta altura del año pasado, estaba previsto enviarle durante este
año.
Si bien se trata de números que pueden sufrir
modificaciones a lo largo del año -el jefe de Gabinete, por la ley de
emergencia económica, puede reasignar partidas con amplia libertad-,
marcan una orientación precisa respecto de cuáles son las previsiones de
gasto del Gobierno.
Enarsa nació por la intención oficial de tener una
empresa testigo en el sector energético. Con los años, sin embargo, se
convirtió en el brazo operativo de Planificación para paliar la crisis
energética, que comenzó a agudizarse a partir de 2004. A mediados de
año, tras la renuncia de Exequiel Espinosa, presidente de la compañía
desde su creación, fue el escenario de disputas entre los hombres de De
Vido y del viceministro de Economía, Axel Kicillof. Luego de fricciones y
desacuerdos, el primero retuvo el mando. Dejó a Walter Fagyas al frente
de la empresa y relegó a segundo plano a Gustavo Carbajales, un hombre
de Kicillof.
Si bien Enarsa participa en obras de infraestructura e
inversiones de capital, el grueso de las transferencias con las que la
asistirá el Gobierno se destinarán a financiar la compra de fuel oil,
gasoil y gas natural licuado (LNG según su abreviación en inglés), que
se importa por barco y se descarga en los puertos de Escobar y de Bahía
Blanca. Se trata de una operatoria muy onerosa para el país -las
importaciones de esos combustibles son las principales responsables del
éxodo de dólares y del cepo cambiario- que se utiliza como complemento
de la caída en la producción local de gas en un contexto de crecimiento
incesante de la demanda.
En comparación con los números de Enarsa, otras
compañías públicas cuya actividad es muy promocionada por el Gobierno
recibirán una cifra sensiblemente menor. Por caso, Aysa recibirá $ 2520
millones; el Ferrocarril General Belgrano, casi $ 5000 millones, y
Yacimientos Carboníferos Río Turbio, 1550 millones.
El capítulo dedicado a las empresas públicas, sin
embargo, encierra una situación cuanto menos capciosa: no están
incluidas Aerolíneas Argentinas y Cammesa, dos grandes destinatarios de
fondos públicos. En el caso de la compañía aérea de bandera, se debe a
que aún es una sociedad anónima del grupo Marsans estatizada de hecho
por el gobierno argentino. Como referencia, recibió en los primeros
ocho meses de este año 2280,2 millones, un 12% menos que en el mismo
período del año pasado.
En el sector energético las cosas fueron distintas.
Cammesa es la administradora del mercado eléctrico mayorista. En los
papeles es una empresa mixta, con participación del Estado y diversas
asociaciones del sector en la conducción. Pero desde hace años está bajo
la conducción del Gobierno. Con ese volante, tomó un rol preponderante
en la importación de combustibles líquidos en reemplazo del gas natural
para abastecer a centrales eléctricas.
Según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP),
este año Cammesa gastó $ 25.449 millones hasta agosto, 76% más que en el
mismo período del año pasado.
Enarsa, en tanto, se anotó el segundo lugar en la lista
de las mayores beneficiadas con las transferencias del Tesoro con
fondos por $ 18.475 millones, casi un 77% más que en el mismo período
del año pasado. ASAP recordó que "entre las transferencias a Cammesa y
Enarsa se distribuye el 85% de los subsidios a la energía, lo cual
sumado al fuerte incremento que registraron en ocho meses explica el
notable impulso observado por los subsidios energéticos en su conjunto".
En total, el presupuesto 2014 contempla subsidios por $
79.561 millones a la energía, la mitad de todos los gastos corrientes y
de capital que tiene previsto realizar el Gobierno.
Un barril sin fondo
- 24.000 millones de pesos
Es lo que recibirá Enarsa en 2014. Equivale a las dos terceras partes de los subsidios del Tesoro a las empresas públicas
- 92% de más
Un año atrás se esperaba destinar $ 12.500 millones a Enarsa
- 2520 millones de pesos
Es lo que recibirá Aysa, casi diez veces menos que Enarsa. Al Ferrocarril General Belgrano se destinarán $ 5000 millones
- 85% de los subsidios a la energía
Lo concentran Enarsa y Cammesa
Fuente: La Nacion
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